Atlas de Historia Económica de Andalucía ss XIX-XX

Atlas de Historia Económica de Andalucía ss XIX-XX Web de la Junta de Andalucía

SEVILLA ANTE LA INDUSTRIALIZACIÓN, DEL SIGLO XIX AL XX

En el panorama industrial de Andalucía entre los siglos XIX y XX, Sevilla representa un caso de progreso paulatino, en contraste con el rápido arranque y posterior reajuste de Málaga, que la lleva a convertirse en el principal foco industrial de la región, pese a su desarrollo limitado en términos absolutos, acusando carencias similares a las del conjunto de la industria andaluza en la Edad Contemporánea. Mientras la capital malagueña se erige en cabecera de un “distrito industrial”, en palabras de A. Parejo, que abarca un amplio tramo del litoral provincial y que respalda la aportación de esta provincia del 29,5% del índice de producción fabril de Andalucía en 1836, Sevilla figura como un núcleo concentrado, señalándose tan sólo el establecimiento siderúrgico de El Pedroso, en los inicios de la Sierra Norte, en el resto de la provincia, que en el citado año contribuye con el 20,6% del índice de producción fabril andaluz.

Para la década de 1850 se observa un cambio de signo en el reparto de estas cuotas: mientras Málaga retrocede, la provincia de Sevilla avanza hasta detentar el índice de producción fabril más alto de la región, el 28,9%. Favorecida por su demografía, renta de situación y papel en las actividades mercantiles, agrarias y manufactureras de la Baja Andalucía, en 1857, la ciudad aparece dotada de más de una docena de establecimientos industriales, varios de gran tamaño, de construcciones metálicas y maquinaria, energía, química, elaboración de productos agrarios y cerámica, destacando la cifra de fábricas estatales y anunciándose una diversificación productiva, con el predominio de los bienes intermedios y de consumo, que marcará la tónica de la industria sevillana. Se hace patente, asimismo, el notable impacto urbano que empieza a suponer el proceso industrializador.

La evolución hasta 1900 está caracterizada por una fase de dinamismo seguida por una etapa de relativo estancamiento de Sevilla, cuyo índice de producción fabril, concentrado en la capital, baja en el cambio de siglo al 19,2% del total andaluz; no obstante, la suma a este índice de las actividades extractivas y energéticas, de particular significación en la capital, aún incrementa la primacía industrial de Sevilla.

La confirmación de Sevilla como polo industrial, dentro del limitado panorama andaluz en este apartado, se acentúa desde 1910 a 1930, con una expansión sobre los esquemas previos que se refuerza ante todo en los sectores metalúrgico, químico (superfosfatos), energético y textil, mientras disminuye el peso relativo de la producción agroindustrial. Este ascenso se manifiesta en la cifra del 34,4% del índice de producción fabril para Andalucía que detenta la provincia de Sevilla en 1930, incidencia que ha de imputarse en su gran mayoría a la capital.

Principales establecimientos industriales en Sevilla 1857-1930

Los inicios del impulso industrial en Sevilla se apoyan en las fundiciones, instalaciones del sector químico (jabones, velas) y energético (gas) y otros ramos, como una fábrica de harina o la fábrica de productos cerámicos de la Cartuja. Ocupan una posición muy destacada las fábricas estatales (tabacos, artillería, pirotecnia). Al evaluar las cuotas de la contribución industrial, el peso del ramo alimentario (71,6%) y de alfarería y otros (13,8%), frente a las producciones metalúrgicas y la industria moderna, revelan el predominio de un entramado manufacturero preindustrial que no se ha renovado. La distribución espacial de las fábricas preludia las líneas futuras: el río y caminos mayores actúan como ejes y se apunta una localización preferente en el casco, en los barrios de tradición artesanal, en la periferia inmediata y en los arrabales, como el sector de plaza de Armas o Triana. En torno a 1900, se contempla una multiplicación de establecimientos industriales, hasta 85, respecto a las décadas anteriores, con una honda huella en la configuración de la ciudad, sobresaliendo las fundiciones, los relacionados con la cerámica, madera, corcho, agroindustria (harina, aceite, tabaco), química, textil y energía (electricidad, petróleo, gas). En términos generales, se trata de una industria ligada al entorno agrario, tanto para la fabricación de utillaje como para la elaboración de productos, a la modernización de manufacturas tradicionales y a las exigencias del crecimiento urbano. Es notable la implantación de fábricas y almacenes en las inmediaciones de los tendidos ferroviarios.
Hacia 1930 se contabilizan ya en Sevilla 189 establecimientos fabriles, si bien se apunta la localización de algunas industrias en la periferia del término, especialmente en San Jerónimo y los terrenos inmediatos al nuevo puerto, y otras poblaciones del ámbito provincial, varias de ellas en el área de influencia de la capital, como San Juan de Aznalfarache. En cuanto a la distribución espacial de la industria en el ámbito urbano de Sevilla, se aprecia el influjo determinante que a estas alturas ejerce en su articulación urbana, colonizando extensos sectores del casco intramuros y la periferia y marcando importantes vectores de crecimiento. Como zonas industriales preferentes pueden mencionarse la Macarena, Torneo y el casco norte, la carretera de Carmona, San Jerónimo, Nervión, Tabladilla, el Canal de Alfonso XIII, Triana y La Cartuja.
Descarga mapa

Fuentes: Almuedo Palma, J. Ciudad e industria, Sevilla 1850-1930. Sevilla, 1996, con adiciones de elaboración propia.

Principales establecimientos industriales en Sevilla por sectores 1857-1930

Descarga tabla

Fuentes: Almuedo Palma, J. Ciudad e industria, Sevilla 1850-1930. Sevilla, 1996, con adiciones de elaboración propia.

La cifra de establecimientos industriales existentes en la ciudad de Sevilla en 1857, 1900 y 1930 indica la importancia inicial de los establecimientos siderometalúrgicos en los primeros tiempos, disminuyendo su importancia relativa hasta 1930. En contraste se asiste a un aumento, aunque no excesivo en términos absolutos, de los establecimientos agroindustriales, dadas las dimensiones medias o grandes de cada uno de ellos. En cambio la subida numérica de talleres y otros locales industriales relacionados con la cerámica, la construcción, etc. es mucho más acusada entre 1857 y 1930, tanto con la intensificación de su actividad como por la proliferación de multitud de ellos de menor tamaño.

Membrete de la fundición San Antonio y fábrica de hilados de Narciso Bonaplata en Sevilla, 1852. Como los Heredia y Larios en Málaga, Bonaplata fue un pionero emprendedor de la industrialización en Sevilla. Talleres de la fundición sevillana Portilla & White, en una imagen de la Ilustración Española y Americana de 1890, una de las principales industrias locales.

Sector occidental de Sevilla, hacia el curso del Guadalquivir y la línea del ferrocarril Sevilla-Córdoba, área de implantación de diversas industrias desde mediados del XIX, en una fotografía de la década de 1860.

Plano de Sevilla Industrial y Comercial estampado en litografía y publicado por J. Calvet en 1883. Se rodea de una orla con anuncios de diversos establecimientos industriales, como fábricas de tejidos, productos químicos, jabón, tapones, fundición y almacenes de corcho y otros productos. Anuncio de la Compañía Sevillana de Electricidad, publicado en un número de la revista Bética en 1917.

El humo de las chimeneas se entrelaza con las espadañas de Sevilla: publicidad de la fundición de hierro Balbontín y Orta, situada en la calle Goles de Sevilla, hacia 1920. Era uno de los numerosos talleres situados en el recinto del casco histórico. Cubierta de un catálogo de productos de la fábrica de loza de la Cartuja de Sevilla, en torno a 1930. Esta fábrica fundada en 1841 en un antiguo monasterio es uno de los establecimientos de mayor tradición de la historia industrial sevillana.

REFERENCIAS

Almuedo Palma, J. Ciudad e industria, Sevilla 1850-1930. Sevilla, 1996.

Arenas Posadas, C. Sevilla y el Estado (1892-1923). Una perspectiva local de la formación del capitalismo en España. Sevilla, 1995.

Nadal, J. (dir.). Atlas de la industrialización de España: 1750-2000. Barcelona, 2003.

Parejo Barranco, A. La producción industrial de Andalucía (1830-1935). Sevilla, 1997.

Parejo Barranco, A. Estadísticas históricas sobre el sector industrial, minero y energético en Andalucía. Siglo XX. Instituto de Estadística de Andalucía, Sevilla, 2005.

Salas, N. Sevilla fabril. Sevilla, 2009.