Atlas de Historia Económica de Andalucía ss XIX-XX

Atlas de Historia Económica de Andalucía ss XIX-XX Web de la Junta de Andalucía

CICLOS ECONÓMICOS EN ANDALUCÍA 1830-1890

Atendiendo a la sucesión de modelos de crecimiento, desarrollo tecnológico y cambio estructural, el historiador Antonio Parejo ha distinguido tres etapas en la historia económica andaluza que se asumen en este capítulo: el siglo XIX hasta sus últimas décadas; desde finales del XIX hasta aproximadamente los años sesenta del siglo XX; y desde ese decenio hasta los primeros años del siglo XXI. El análisis en términos comparativos de la trayectoria de la economía andaluza a lo largo del siglo XIX tiene necesariamente que hacerse a través de dos referencias: la del conjunto nacional (y europeo); y la de las regiones de características comparables de mayor crecimiento durante esa etapa.

Respecto a la referencia del conjunto nacional, la posición andaluza sufre un continuo pero relativamente moderado deterioro a lo largo del siglo, y ello partiendo de una posición privilegiada a comienzos del siglo como herencia del Antiguo Régimen. Tras unos impulsos iniciales basados en el sector minero metalúrgico y la dinámica industrial de algunas ciudades como Sevilla, Cádiz o, sobre todo, Málaga, los niveles de renta regional se estabilizan entorno al 90% de la media nacional.

Distinta es la valoración de este ciclo si la referencia se circunscribe a las regiones de mayor desarrollo económico: en estos casos el deterioro de la posición andaluza es mucho más notorio, particularmente respecto a Cataluña, ya desde comienzos del siglo XIX, y a las regiones cantábricas, sobre todo el País Vasco a partir del fin de las guerras carlistas. En esa perspectiva la principal diferenciación andaluza es la ausencia de un proceso de industrialización continuado y de incorporación a los avances tecnológicos característicos de la primera (carbón, vapor, siderurgia, textil algodonero) y la segunda (química, electricidad…) revolución industrial.

Renta por habitante 1850-1890. Andalucía, España y la UE-15

Fuente: Parejo Barranco, A. Historia económica de Andalucía contemporánea. Editorial Síntesis. Madrid, 2009.

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PIB per cápita relativo en pesetas corrientes 1800-1900 (España=100)

Fuente: Carreras, A. y Tafunell, X. (coords.). Estadísticas históricas de España. Siglos XIX-XX. I, Fundación BBVA. Bilbao, 2005.

PIB percápita en pesetas corrientes: es la relación que hay entre el Producto Interior Bruto y la cantidad de habitantes de un país al valor de la moneda en cada momento.

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Explotación minera en Sierra Almagrera, en el oriente de la provincia de Almería, y membrete de factura de 1868 de la fábrica de cerámica de la Cartuja de Sevilla. Las actividades extractivas, que cobran auge primero en Almería y más avanzado el siglo XIX en Sierra Morena, desde Jaén y Córdoba a Huelva, y las iniciativas de industrialización que se emprenden en ciudades como Málaga, Sevilla o Cádiz son dos de los sectores fundamentales en los que se apoya en ciclo de la economía andaluza decimonónica. Un período en que la región mantiene unas posiciones relativas que no se distancian demasiado de la media nacional, aunque con una persistente tendencia a la baja que se acentúa al final de la centuria.

Plano de Málaga en 1887 publicado por José Duarte de Belluga, con indicación del entramado urbano existente y los proyectos de reforma del área portuaria y de sus aledaños, en tono rojizo. El protagonismo de Málaga como primer foco de la revolución industrial en Andalucía se refleja también en el plano urbanístico de la ciudad: crecimientos a partir de nuevos ensanches, reformas portuarias, nuevos espacios libres y suelos industriales especializados.

Trilladora mecánica con locomóvil de vapor, en una ilustración de la revista La España Agrícola de la década de 1860, y panorama de bodegas de Jerez de la Frontera, en foto de J. Laurent, hacia 1880. La agricultura es un sector clave en la economía de Andalucía del XIX, que en 1890 todavía comprende el 68,5% de la población activa y aporta el 35,4% del PIB regional. En esta centuria experimenta una expansión considerable, con el incremento de las superficies de cultivo e incipientes medidas de modernización en sus comarcas más productivas, que contrastan con el atraso en amplias zonas, haciéndola muy vulnerable a las crisis agrarias que se desatan a fines del siglo. A la cabeza de su aportación destacan las producciones comerciales de vino, aceite, uva y frutas de las provincias de Cádiz, Málaga, Almería, Sevilla y Córdoba, que, no obstante, se verán aquejadas por una sucesión de crisis desde el último tercio del siglo XIX.

REFERENCIAS

Domínguez Ortiz, A. (coord.). Historia de Andalucía, Volúmen VI. Editorial Planeta. Barcelona, 1984.

Domínguez Ortiz, A. (coord.). Historia de Andalucía, Volúmen VII. Editorial Planeta. Barcelona, 1984.

Parejo Barranco, A. Historia económica de Andalucía contemporánea. Editorial Síntesis, Madrid, 2009.

Sánchez Picón, A. (coord.). Industrialización y desarrollo económico en Andalucía. Fundación Pública Andaluza Centro de Estudios Andaluces, Sevilla, 2013.