Cartografía urbana de Andalucía: Córdoba 1910
Alejandro Guichot (1859-1941), antropólogo sevillano, levanta el que se podría considerar el primer plano-guía para visitantes de la ciudad de Córdoba. Abandonando el rigor cartográfico de los preexistentes planos de Montis y de Casañal (1884), Guichot se preocupa más por la atractiva representación gráfica y la información turística de callejero y monumentos. Un colorido grafismo deja sin importancia el valor de anchos de calles y medidas de espacios públicos para indicar expresivamente su posición relativa.
Denominado Córdoba artística y útil, este plano a escala 1:6.000 recupera la orientación de Karvinsky, con el norte hacia abajo. Unos elegantes matices de color tramado diferencian las manzanas edificadas de las zonas verdes, el entorno agrícola, el río, los equipamientos y los monumentos. Las engrosadas anchuras de las calles principales, nombradas todas ellas (nomenclátor que pervive en casi su totalidad), quedan equilibradas por la reducción de callejas y adarves a meras líneas de trazado.
Un amarillo suave indica la situación de los equipamientos principales, sobre los que suele aparecer su denominación escrita. Como especial curiosidad destaca en color naranja el dibujo abatido de la fachada de los diecinueve monumentos que considera más importantes, sin que se sepa el porqué del olvido de otros equiparables, como la selección de iglesias.
Entre las novedades urbanísticas con respecto al plano de Montis de 1851 está el trazado del ferrocarril (ya reflejado antes con mayor precisión por Casañal) y el crecimiento hacia este del Paseo del Gran Capitán y su entorno, permaneciendo el resto de la ciudad prácticamente intacto, aun habiendo crecido la población a 67.000 habitantes, un 50% más, lo cual indica la absorción del caserío en una colmatación seguramente excesiva, especialmente en la transformación de antiguas casas-palacio en casas de vecinos.
Una sucinta descripción al margen del plano señala las excursiones más atractivas al entorno inmediato, reduciéndose estas a las Ermitas y las Huertas de la Sierra. Hace hincapié en las Fiestas o Feria de la Salud a celebrar en Pentecostés en el Campo de la Victoria, lugar en la que permanecería hasta bien entrada la última década del siglo XX. Recomienda los hoteles Suizo y El Sport en pleno centro, y añade una simbología representativa para el ferrocarril y los coches de alquiler. Señala asimismo los principales huertos interiores y los recientes ajardinamientos.
El plano de Guichot abre la corriente, llevada a cabo durante todo el siglo XX, de dibujar los planos para el usuario medio, sin exigencias de disciplina geométrica, no alcanzándose ningún grado de rigor científico hasta 2003 en la Guía de Arquitectura de Córdoba.
Cromolitografía, 42 x 42 cm en h. de 50 x 60 cm. Escala 1:6.000.
Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya, Barcelona, RM.162278.
https://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia/prodCartografia/cartoteca/galeria/cordoba1910.htm
Detalle del plano de Córdoba sobre la catedral
Cartografía urbana de Andalucía: Córdoba 1851
Tras la primera representación racionalizada de Córdoba, el llamado “Plano de los Franceses”, efectuada por el Barón de Karvinsky en 1811 bajo la dominación napoleónica, en 1851 el agrimensor José M.ª de Montis (1824-1888) dibuja, basándose en aquella, el plano de la ciudad a escala de “500 varas castellanas”, con un cuadro descriptivo del callejero, dividida la ciudad por parroquias.
Racionalizando la orientación con el norte hacia arriba —el de “los franceses” tenía el norte hacia abajo—, se observa que la situación urbana a la mitad del siglo XIX no extralimitaba el recinto amurallado histórico, devenido desde la época califal del siglo X. Tan solo expresa extramuros débiles asentamientos: el histórico Campo de la Verdad —barrio desde la Sacunda Romana— al otro lado del río; y los industriales del Matadero y de la cerámica (Tejares y Ollerías), al norte.
Plano de Cordoba
Barón de Karvinsky, Joaquín Rillo, José M.ª de Montis y Fernández,
Pedro Nolasco Meléndrez. Madrid, Lit. Bachiller, 1851.
Litografía, 56 x 74 cm. Escala [ca. 1:5.000].
Instituto Geográfico Nacional, Madrid, 31-C-12
https://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia/prodCartografia/cartoteca/galeria/cordoba1851.htm
Andalucía, la imagen cartográfica: la cría caballar en 1861
La notable expansión de la cartografía temática desde el segundo tercio del siglo XIX se pone de manifiesto en la amplia variedad de contenidos que llega a abarcar, de los que son buen ejemplo los mapas de las provincias andaluzas de Cádiz y Córdoba que ilustran la obra del coronel de caballería Juan Cotarelo y Garastazu La cría caballar en España o noticias históricas, estadísticas y descriptivas acerca de este ramo de riqueza, impresa en Madrid en 1861 por la Imprenta Militar del Atlas, una lujosa edición de gran formato y cuidadosa terminación.
Ambos mapas, grabados por Gustavo Pfeiffer y estampados en el taller de la Litografía Alemana, resaltan la especial importancia en este ramo de las provincias gaditana y cordobesa, presentando, a partir de sencillas bases geográficas tomadas de las series provinciales difundidas por entonces (Alabern y Mabón, Bachiller), y, en definitiva, del mapa de Andalucía de A. H. Dufour de 1837, la información de verdadero interés para esta edición: la distribución de yeguadas y remontas del ejército, las áreas donde se labraba con ganado vacuno o mular, las provincias limítrofes con más o menos ganado caballar; información gráfica que se completa con notas estadísticas y adorna con escenas paisajísticas de caballos en el campo.
En el caso de Cádiz, la personificación de un río protagoniza la cabecera del mapa, en el que se delimitan los partidos con los signos correspondientes a sus características respecto a la cría caballar.
Juan Cotarelo y Garastazu, Gustavo Pfeiffer
Madrid, 1861
Cádiz
Litografía, 30 x 44 cm. Escala [ca. 1:585.000].
Biblioteca Nacional de España (Madrid). MV/7
https://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia/cartoteca/buscar/getetiqueta/id/19899
Andalucía, la imagen cartográfica: las provincias andaluzas
Desde la década de 1840 hasta fines del XIX se asiste al triunfo indiscutible de la provincia como marco geográfico de representación preferente en la cartografía de Andalucía, fenómeno que resulta paralelo al agudo descenso de las imágenes de conjunto o de amplias fracciones de la región. Tras consolidarse la división provincial de 1833, puede decirse que la provincia y la nación se erigieron en los dos polos básicos de la producción cartográfica sobre España de cierto alcance espacial, en detrimento de los mapas dedicados a los ámbitos más o menos regionales.
Los primeros mapas que surgen de las actuales provincias andaluzas son obras aisladas de factura local y documentos manuscritos de oficiales del ejército. No fue hasta 1846-1847 cuando por fin se editó una serie cartográfica de todas las provincias españolas, impresa en Barcelona con grabados de Ramón Alabern y E. Mabón, inaugurando una línea editorial llamada a tener gran éxito. Distribuida por entregas, según era corriente para toda clase de publicaciones en el siglo XIX, y agrupada en ediciones sucesivas hasta 1854 bajo diversas denominaciones – Atlas geográfico, histórico y estadístico de España y sus posesiones de Ultramar, Atlas que contiene 38 mapas de provincias de España…-, esta colección pionera incluyó cinco láminas con la representación de las ocho provincias de Andalucía, cuya identidad regional quedaba de algún modo reconocida al insertarse en sus títulos el subrayado «Parte de Andalucía». La originalidad de las estampas de Alabern y Mabón estriba más en su fórmula de presentación que en su contenido geográfico, pues no pasan de ser simples versiones por fragmentos del mapa de Andalucía de A. H. Dufour de 1837, aunque introduzcan, eso sí, varias correcciones y reajustes de detalle. Es de notar, por ejemplo, que en Córdoba se rectifica el límite septentrional, mientras que la lámina de Cádiz incorpora un recuadro con Ceuta, ciudad adscrita a dicha provincia desde 1833 hasta 1925.
Ramón Alabern, E. Mabón
Barcelona, 1847
Provincias de Sevilla y Huelva…
Grabado, 28 x 41 cm.
Escala [ca. 1:585.000].
Biblioteca de Andalucía (Granada).
MD 6-13.
https://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia/cartoteca/buscar/getetiqueta/id/19984
Andalucía, la imagen cartográfica: España geográfica histórica ilustrada, Córdoba
Entre las series de mapas provinciales de la segunda mitad del siglo XIX sobresale la colección de láminas del editor Francisco Boronat y Satorre, tanto por su lujosa e infrecuente estampación en cromolitografía, con unas reproducciones en color de notable calidad y atractivo, como por la novedad de su planteamiento. Además de presentar cada mapa acompañado de datos geográficos y estadísticos, al igual que otras series de la época, les añadió una reseña histórica y el "escudo de armas, tipos, trajes, vista general de la capital y principales monumentos", articulando unas llamativas y elaboradas cabeceras con motivos alegóricos y dedicatorias a personalidades ilustres vinculadas a cada provincia. Tal como ha afirmado C. Montaner, mediante estos recursos Boronat trascendió la mera descripción geográfica y contribuyó a resaltar la identidad de la provincia en sentido amplio, al atribuirle una iconografía, una historia, unas tradiciones y un patrimonio individualizados y característicos.
Considerada la "primera de su género", esta colección de "grandes cuadros", "redactada por una sociedad de escritores, e ilustrada por distinguidos artistas", se publicó por entregas entre 1874 y 1877 bajo el título de España geográfica histórica ilustrada, volviéndose a estampar en 1879 agrupada como Atlas Geográfico Histórico de las Provincias de España. Respecto al contenido cartográfico de las láminas, muestran un apreciable grado de corrección, inspirándose quizás en los materiales que editaba el recién creado Instituto Geográfico y Estadístico. En las representaciones de las ocho provincias andaluzas que incluyó la obra se distinguen ríos, relieves suavemente definidos mediante sombreado, los límites de los partidos judiciales, las poblaciones jerarquizadas según su categoría administrativa, carreteras, caminos y ferrocarriles terminados y en construcción, faros y otros elementos, recurriéndose a las variaciones de color que facilitaba la cromolitografía para componer unas imágenes de gran nitidez y efectividad.
Provincia de Córdoba
El mapa de la provincia de Córdoba está dedicado al Conde de Torres-Cabrera y del Menado Alto.
[F. Boronat], B. Cuaranta
Madrid, 1874-1877
Cordoba
Cromolitografía, 18 x 24 cm.
Escala [ca. 1:1.000.000].
Biblioteca Nacional de España (Madrid). Mv/7.
Andalucía, la imagen cartográfica: Obispado de Córdoba
Mapa corográfico, o descriptivo, del obispado de Córdoba que prolonga la línea de representaciones de ámbitos diocesanos iniciada con las primeras imágenes cartográficas de Andalucía, enfatizando la importancia de estas circunscripciones como entidades territoriales durante el Antiguo Régimen. La representación morfográfica, a base de figuras elementales, de la geografía del terreno le da el aspecto pictórico y arcaizante que suele primar en este género de mapas, concebidos más para reafirmar y proclamar por medios gráficos el alcance y áreas de influencia de los episcopados que para su aplicación como herramienta técnica. La distribución de ciudades y villas y de las principales aldeas, cortijos con pila bautismal, ermitas, conventos, ventas, castillos y heredades, según un repertorio de signos convencionales, depara un interesante cuadro del estado y estructura del espacio cordobés y sus contornos en la segunda mitad del siglo XVII. Con la categoría superior de ciudad se distinguen la capital, Bujalance, Montilla y Lucena, así como Andújar, Alcalá la Real, Antequera, Osuna, de manera incorrecta, y Écija, en la periferia. Respecto a los límites del obispado de Córdoba, casi coincidentes, pero no idénticos, con los de dicho reino y muy parecidos a los que adoptaría la provincia moderna, se señala la inclusión en el extremo norte de la villa manchega de Chillón, mientras que en las Subbéticas los términos de Priego y Carcabuey se adscribían a la jurisdicción eclesiástica independiente de la abadía de Alcalá la Real.
El mapa, embellecido con el ornato de cartelas, heráldicas y escalas, fue planteado por el presbítero alemán Luis David Hoffrichter y dibujado por Joachin López Olabi o quizás Olabe, autores de los que tan sólo se conoce esta obra.
Luis David Hoffrichter, Joachin López Olabi
Córdoba, 1673
Descripción del obispado de Córdoba
Manuscrito sobre papel, 37×54 cm. Escala [ca. 1:620.000]
Biblioteca de la Catedral de Córdoba
Cerro Muriano, de campamento minero británico a base militar de la OTAN
La población de Cerro Muriano se sitúa al norte de la ciudad de Córdoba, entre los términos de este municipio y el de Obejo. Lugar de paso entre el Valle del Guadalquivir y Sierra Morena, donde han transcurrido históricamente importantes vías de comunicación y de trashumancia: la vía que unía a las dos capitales romanas de la Bética y de la Lusitania (Corduba y Emerita Augusta), el camino Mozárabe de Santiago, la cañada Real Soriana, la carretera Córdoba-Almadén (hoy N-432 Badajoz-Granada) y el ferrocarril Córdoba-Almorchón. Sin embargo, el carácter forestal de este espacio, asociado a una topografía accidentada, no contribuyó a fijar población hasta muy recientemente, vinculada a la actividad minera.
Medina Azahara y la competencia conflictiva entre usos del suelo en la Vega Occidental de Córdoba: el retroceso de los usos agrícolas frente a los residenciales y terciarios
La Vega Occidental de Córdoba, allí donde se localizó la ciudad palatina califal de Medina Azahara, es uno de los territorios de Andalucía en el que distintos procesos territoriales confluyen de forma conflictiva, produciéndose su radical transformación en las últimas décadas. A lo largo de la historia la vinculación de este espacio con el río Guadalquivir y con la propia ciudad de Córdoba reforzaron la asignación de distintos papeles de este territorio; el primero de ellos fue la localización de ciudad califal. Fue además soporte de vías de comunicación entre las grandes ciudades de Sevilla y Córdoba y del corredor de ferrocarril que relaciona al Valle del Guadalquivir con la Meseta. Esta posición estratégica fue aprovechada ya en el siglo XX para la implantación de uno de los grandes complejos industriales de transformados metálicos: La empresa SECEM, conocida como Electromecánicas.
Jornada en Córdoba sobre Gestión Geoespacial
El Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía participó en la Jornada 'Gestión geoespacial de la provincia de Córdoba. Información geográfica 2.15', en la que estaban presentes cerca de 250 técnicos municipales que acceden al Sistema de Información Geográfica de la provincia.
Más de 120.000 fotografías aéreas de Andalucía en nuestra FOTOTECA, que se presenta en Córdoba
La Universidad de Córdoba acogerá el próximo 23 de octubre la presentación de la Fototeca Aérea Digital de Andalucía (FADA), un nuevo producto del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía para la descarga y consulta gratuita de fotografías aéreas del territorio andaluz.