Andalucía, la imagen cartográfica: la costa de Huelva de Waghenaer
El predominio de la cartografía de los Países Bajos desde mediados del siglo XVI se extendió al ámbito marítimo con la edición en 1583-1585 del primer atlas náutico impreso, el Spieghel der zeevaerdt van de nauigatie der Westersche Zee… (“Espejo de los viajes marinos para la navegación del Mar Occidental…”) del piloto e hidrógrafo neerlandés Lucas Janszoon Waghenaer. Con excelentes estampas del grabador Jan van Doetecum, por primera vez se presentaba una colección sistemática de cartas, en este caso de la fachada atlántica europea, que ofrecían una innovadora síntesis de información a partir de cartas manuscritas, derroteros, cuadernos de bitácora, noticias de pilotos y observaciones del propio Waghenaer, experimentado conocedor de estas aguas. Sus numerosas ediciones hasta 1615 atestiguan el éxito de esta obra, que es, por otra parte, ilustrativa de la poderosa expansión naval holandesa en la época.
Lucas Janszoon Waghenaer, Joannes van Doetecum
Leiden, 1583 (1588)
Beschrijvinghe der Zee Custen vant Landt vâ Algarbe…
Grabado, 32,5×51,2 cm. Escala [ca. 1:380.000].
Biblioteca Nacional de España (Madrid). GMg/1025 lámina 18.
Dos de las 44 cartas del Spieghel… recogen sendas representaciones de la costa de Andalucía (una del Guadiana al río Piedras, en Huelva, y la otra desde el estuario del Odiel y el Tinto hasta Tarifa), en las que se hacen patentes las aportaciones de Waghenaer. Según se aprecia en estos ejemplares, de una edición de 1588 bellamente iluminada, sus cartas adoptan una escala más o menos constante y una disposición acorde con el punto de vista del navegante, para facilitar su orientación y el reconocimiento del territorio, cuya percepción se mejoraba aún más mediante la novedosa fórmula de dibujar la línea costera con su perfil superpuesto. Así se observa, por ejemplo, en la segunda imagen, donde se distinguen los acantilados (Tdiff) y dunas (Duijnen) del litoral entre la ría de Huelva y la boca del Guadalquivir. En su trazado general, a su vez, continúan la tradición de las cartas portulanas magnificando la escala relativa de los principales accidentes, como estuarios, cabos, bahías y puertos. Otros aspectos dignos también de mención son la reseña de cifras de sonda, expresadas en brazas con valores de marea media, y el empleo de un repertorio de signos convencionales para fondeaderos, bajos de arena, escollos rocosos y referencias de tierra como torres y molinos. Unos rasgos que, en su conjunto, constituirían las claves del lenguaje de la cartografía náutica durante siglos.
Lucas Janszoon Waghenaer, Joannes van Doetecum
Leiden, 1583 (1588)
Zee Custen van Andaluzien…
Grabado, 33×51 cm. Escala [ca. 1:423.300].
Biblioteca Nacional de España (Madrid). GMg/1025 lámina 19.
