Andalucía, la imagen cartográfica: España geográfica histórica ilustrada, Granada
Entre las series de mapas provinciales de la segunda mitad del siglo XIX sobresale la colección de láminas del editor Francisco Boronat y Satorre, tanto por su lujosa e infrecuente estampación en cromolitografía, con unas reproducciones en color de notable calidad y atractivo, como por la novedad de su planteamiento. Además de presentar cada mapa acompañado de datos geográficos y estadísticos, al igual que otras series de la época, les añadió una reseña histórica y el "escudo de armas, tipos, trajes, vista general de la capital y principales monumentos", articulando unas llamativas y elaboradas cabeceras con motivos alegóricos y dedicatorias a personalidades ilustres vinculadas a cada provincia. Tal como ha afirmado C. Montaner, mediante estos recursos Boronat trascendió la mera descripción geográfica y contribuyó a resaltar la identidad de la provincia en sentido amplio, al atribuirle una iconografía, una historia, unas tradiciones y un patrimonio individualizados y característicos.
Considerada la "primera de su género", esta colección de "grandes cuadros", "redactada por una sociedad de escritores, e ilustrada por distinguidos artistas", se publicó por entregas entre 1874 y 1877 bajo el título de España geográfica histórica ilustrada, volviéndose a estampar en 1879 agrupada como Atlas Geográfico Histórico de las Provincias de España. Respecto al contenido cartográfico de las láminas, muestran un apreciable grado de corrección, inspirándose quizás en los materiales que editaba el recién creado Instituto Geográfico y Estadístico. En las representaciones de las ocho provincias andaluzas que incluyó la obra se distinguen ríos, relieves suavemente definidos mediante sombreado, los límites de los partidos judiciales, las poblaciones jerarquizadas según su categoría administrativa, carreteras, caminos y ferrocarriles terminados y en construcción, faros y otros elementos, recurriéndose a las variaciones de color que facilitaba la cromolitografía para componer unas imágenes de gran nitidez y efectividad.
Provincia de Granada
El mapa de la provincia de Granada está dedicado a José Genaro Villanova.
[F. Boronat]
Madrid, 1874-1877
Granada
Cromolitografía, 18 x 24 cm.
Escala [ca. 1:1.000.000].
Biblioteca Nacional de España (Madrid). Mv/8.
Entre los productos de la provincia cita toda clase de cereales, legumbres, hortalizas, frutas exquisitas, abundante cosecha de aceite, cáñamo, lino, maíz, vino, moreras para el capullo de la seda, caña de azúcar, plátano y algodón. Y que sus montes producen especialmente pinos, álamos y encinas. También destaca que escasea la caza mayor y la pesca en los ríos, aun cuando abunda mucho en la costa.
En sus sierras hay canteras de cal y yeso, de mármol de diferentes clases, jaspes, arenisca, y minerales de plomo, cobre y plata. Existen 345 minas registradas de hierro, plomo y plomo argentífero.
En cuanto a la industria, hay telares de lanas, cáñamo, lino, seda, tintes, fábricas de papel de estraza, de fundición; noques para curtidos, y prensa para aceite. Existen ingenios de azúcar y fábricas de refino, de aguardientes, de jabón, y otras varias industrias, y talleres de artefactos. Su comercio es escaso, reduciéndose el de exportación a los frutos del país y efectos de sus manufacturas.
Detalle del mapa de la provincia
En diversiones públicas destaca dos teatros en la capital y tres en los pueblos, dos plazas de toros y un circo de gallos.
Detalle de la vista de la capital
Al citar la Alhambra entre sus edificios más notables, lo hace como verdadero museo artístico, con sus mil preciosidades, sus magníficos jardines y bellísimas fuentes, sus patios famosos,… Y añade que la capital cuenta con muchos templos parroquiales y suprimidos conventos, y varias casas particulares que a su belleza arquitectónica reúnen la circunstancia de conservar infinitos y preciosos recuerdos de la dominación árabe, de los cuales está sembrada la parte antigua de la ciudad.
Además, destaca que todo el término de la ciudad de Granada no es más que un jardín, pues tanto se multiplican los de sus Carmenes que se confunden unos con otros; la vega es famosa por lo feraz; por todas partes surgen canales y acequias, que llevan la vida a las plantas en una gran extensión.
Respecto al carácter de los moradores de "este privilegiado país", afirma que son sencillos y festivos, religiosos, amantes de la sociedad e inclinados al trabajo; están dotados de una imaginación muy viva, y perspicaz ingenio, como lo prueba el catálogo de hombres ilustres que ha producido la provincia.