Andalucía, la imagen cartográfica: el atlas de Hondius
A principios del XVII al fin se publica el primer mapa impreso a una escala relativamente grande y con un trazado novedoso de apreciable rigor cartográfico que abarca la práctica totalidad de la región andaluza, una estampa representativa del incremento en la edición de mapas regionales que propició el sustancial avance de la cartografía durante el siglo anterior. Su realización se debe al grabador, cartógrafo y editor flamenco J. Hondius, quien, tras hacerse con las láminas del famoso Atlas de G. Mercator –la primera colección de mapas con el título de “atlas”-, volvió a editarlo en 1606 como Gerardi Mercatoris Atlas… en una versión muy remozada con 37 mapas nuevos, siete de ellos de España, como éste de Andalucía. Hasta quince ediciones llegarían a imprimirse de esta prestigiosa obra cartográfica por parte de J. Hondius y sus sucesores, haciendo que su imagen de la región andaluza quedase como uno de los modelos más difundidos e influyentes en la Edad Moderna.
Jodocus Hondius
Ámsterdam, 1606
Andaluziae nova descript.
Grabado, 35,5×50 cm.
Escala [ca. 1:1.360.000].
Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (Sevilla)
Si la calidad de las cartelas, caligrafías, superficies marinas y otros elementos evoca el esplendor artístico de la escuela cartográfica de los Países Bajos, la novedad y precisión para la época en los trazados y la información desplegada ponen de manifiesto también su pericia técnica. Según se demuestra en otro apartado de este volumen, la magnitud general del territorio es bastante acertada, al igual que los contornos del litoral; se aprecia, con todo, mayor exactitud en el sector occidental que el oriental, prueba del mejor conocimiento que se tenía de zonas tan estratégicas como el Estrecho y el golfo de Cádiz. En el interior, de acuerdo con la pauta vigente hasta el XIX, al ámbito de Andalucía se delimita identificándolo con las tierras de Sevilla, Córdoba y Jaén en torno al Guadalquivir, mientras que el tercio mediterráneo se rotula con el nombre de Granada.
Mejora asimismo la definición del soporte geográfico al perfilarse sin titubeos segmentos de Sierra Morena, las Béticas y Sierra Nevada, el saliente del Campo de Dalías y los principales ejes fluviales. Igual sucede con el poblamiento, formado por abundantes núcleos, en número creciente hacia el oeste. En la toponimia se reitera la tradicional combinación de denominaciones clásicas y modernas para accidentes, poblaciones, comarcas y diócesis.
