IECA / Junta de Andalucía

El Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía comienza a ofrecer información a partir de la explotación de la Base de Datos Longitudinal de Población de Andalucía (BDLPA). Esta fuente de datos es una nueva infraestructura estadística donde se realiza la integración y reutilización de la información ya recopilada en otros registros estadísticos y administrativos de base poblacional. La primera publicación generada a partir de esta fuente es Estadísticas Longitudinales de Supervivencia y Longevidad en Andalucía, 2002-2010, realizada con el objetivo de suministrar nuevos datos con información sobre las funciones de longevidad y mortalidad de la población andaluza, que no están disponibles en las estadísticas anuales de mortalidad que hasta ahora se han venido publicando.

Este producto, novedoso en nuestro medio, se ha confeccionado a partir de la integración y reutilización de fuentes estadísticas que hasta ahora habían sido procesadas de manera independiente, como es el caso de los censos de población y las estadísticas de defunciones del Movimiento Natural de la Población. En concreto, en este trabajo se ha enlazado el Censo de 2001 con las defunciones y las variaciones residenciales ocurridas con posterioridad a la fecha censal, hasta el 31 de diciembre de 2010. Su explotación conjunta permite estudios mucho más precisos y detallados de los que hasta ahora habían permitido las estadísticas disponibles. De esta forma es posible, por ejemplo, estudiar la longevidad en función de varias características socio-económicas recogidas en el censo, así como la realización de indicadores de mortalidad para desagregaciones territoriales inframunicipales.

La información puede encontrarse a través de tres productos bien diferenciados. El primero consiste en un conjunto de tablas, a partir de las cuales es posible calcular tasas de mortalidad con la información procedente del número de defunciones y la suma agregada de los tiempos de exposición a riesgo de los individuos.

Así, por ejemplo, se pueden investigar las diferencias de mortalidad en los años posteriores al Censo de 2001 según el estado civil, el sexo y la edad. En general, solteros y viudos presentan mayor mortalidad que los casados, aunque la intensidad del fenómeno se manifiesta más en hombres que en mujeres. Otra variable cuya influencia sobre las tasas de mortalidad es muy evidente es el máximo nivel educativo alcanzado. La mortalidad en mujeres de 65 y más años con estudios medios o superiores (23 defunciones por cada mil personas y año, 23‰) es casi la mitad que la observada en mujeres del mismo grupo de edad sin estudios o con estudios primarios (40‰). Es posible combinar otras variables tales como la profesión, tipologías de hogar o características de la vivienda. Este tipo de información no podría estudiarse solamente con las fuentes tradicionales.

Una de las aportaciones más novedosas de este producto es, además, la de incluir información territorial detallada para niveles inframunicipales. Se ha diseñado una serie de mapas relativos a los niveles de mortalidad de todas las secciones censales de Andalucía. Estos mapas se difunden a través de un visor que permite la navegación por todo el territorio de nuestra comunidad y la integración de otras capas de información almacenada en esta infraestructura.

Con la ayuda del mapa es posible ver, por ejemplo, los detalles territoriales de la mortalidad de la Costa del Sol y el Campo de Gibraltar, dos zonas vecinas que sin embargo tienen niveles de mortalidad distintos.

Finalmente, y pensando las muchas posibilidades de investigación que puede generar esta información, y que podrían no ser resueltas con la información suministrada en los dos apartados anteriormente referidos, se ofrecen tres conjuntos de ficheros de microdatos, con una muestra del 10% de los episodios de seguimiento, que permiten el análisis de otras combinaciones de variables con distintos niveles de detalle territorial de la información y de agregación de variables censales.