Distritos universitarios de Andalucía en 1875
Los mapas de los distritos universitarios de Sevilla y Granada de 1875 abarcan toda Andalucía y otros territorios. Provienen del Atlas Geográfico-Literario de los Distritos Universitarios de España de Pedro Fernández Peña, en el que este maestro de escuelas públicas de Santander, autor de diversas obras de divulgación didáctica, presenta al Director General de Instrucción Pública un recuento estadístico del estado de los establecimientos de enseñanza en España, acompañado por los mapas de sus diez distritos universitarios y de otro adicional de la provincia de Santander. Según expresa el autor en el preámbulo de la obra, su finalidad era la de exhibirse en la exposición internacional de Filadelfia de 1876, para dar testimonio del nivel educativo del país. La información que contiene el atlas depara un interesante resumen de las universidades, institutos de segunda enseñanza, colegios, escuelas de Bellas Artes y de Náutica, seminarios, escuelas normales, públicas y privadas, de párvulos y otros centros existentes en la fecha, datos que se sintetizan de manera gráfica en los correspondientes mapas.
Andalucía occidental
Atlas Geográfico-Literario de los Distritos Universitarios de España
Pedro Fernández Peña
Hazas de Cesto, Santander, 1875.
1 mapa, 47 x 67 cm.
Archivo Histórico Nacional, Madrid
https://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia/cartoteca/buscar/getetiqueta/id/132
Vista de Sanlúcar de Barrameda 1567
Sanlúcar de Barrameda, ciudad de señorío de los duques de Medina Sidonia, era la avanzadilla marítima del complejo portuario que se extendía entre Sevilla y la desembocadura del Guadalquivir, sobre el que gravitaba el tráfico con las nuevas tierras descubiertas desde fines del siglo XV. El artístico y preciso dibujo del flamenco Wyngaerde la refleja con una fisonomía muy parecida a la que debió tener unas décadas antes, en tiempos de la expedición de Magallanes que culminó con la primera vuelta al mundo (1519-1522).
En la parte alta del dibujo resalta el recinto amurallado, con la mole del castillo de Santiago a un lado y, en el centro, la torre de la iglesia de Nuestra Señora de la O y la fachada del palacio ducal. Al pie de la barranca crece el caserío hacia la Ribera del Mar, el área marinera y mercantil por excelencia que descendía hasta la orilla de la ensenada, mucho más pronunciada que en la actualidad.
S Lvca, vista de Sanlúcar de Barrameda.
Anton van den Wyngaerde, 1567.
Tinta y aguada sobre papel, 20,6 x 80 cm.
Ashmolean Museum, Oxford
https://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia/prodCartografia/cartoteca/galeria/galeria-vuelta-mundo/6-circunnavegacion.htm
Detalle del castillo de Santiago y la torre de la iglesia de Nuestra Señora de la O
Cartografía urbana de Andalucía: Sevilla 1788
Años después de la realización del primer plano de Sevilla en 1771 por mandato de Pablo de Olavide, en 1788 se edita esta versión de Tomás López. Casi a la misma escala que su modelo, repite básicamente la representación de la ciudad, con la novedad de incorporar el arrabal de Triana en la margen derecha del Guadalquivir, así como otras “obras nuevas realizadas después la riada de 1783”. Su ejecución obedece a la Real Cédula de 1769 de Carlos III que ordenaba dividir la ciudad en cinco cuarteles, cuatro del casco y uno para Triana, subdivididos en ocho barrios y estos en manzanas, rotulándose las calles y numerándose casas y edificios, de manera que, por primera vez, la ciudad quedaba registrada en su totalidad.
Como en tantas vistas de Sevilla, la urbe se traza apoyada en el cauce del Guadalquivir, respondiendo a la estrecha relación entre ciudad y río. La rotunda presencia del Guadalquivir al pie del grabado (oeste cardinal) contrasta con el dibujo en la parte superior del arroyo Tagarete, que abraza la ciudad por el este y se une al Guadalquivir junto a la Torre del Oro. Entre ambos cauces se dispone el recinto amurallado, definido como un apretado puzle de manzanas trazadas a partir del minucioso reconocimiento de su perímetro, con un rigor formal que permite reconocer aun hoy en el entramado del casco histórico la ciudad recogida en este plano. El viario se configura como estrechas calles y acotadas plazas, entre las que destaca la Alameda, único espacio público intramuros de cierta escala, tendida sobre un antiguo brazo del río desecado. Las manzanas se muestran como un sólido completo punteado, sin reflejar los vacíos interiores de patios, corrales, jardines y huertas, dificultando imaginar lo porosa que sería la trama urbana en esas fechas y definiéndose solo las huertas que asoman al espacio público.
Plano Geométrico de la Ciudad de Sevilla
Tomás López de Vargas y Machuca, Francisco Manuel Coelho, Joseph Amat, Ginés de San Martín. Madrid, Tomás López, 1788.
Grabado calcográfico en seis hojas, 87,5 x 140 cm. Escala [ca. 1:2.700].
Real Academia de la Historia, Madrid, C-009-123
https://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia/prodCartografia/cartoteca/galeria/sevilla1788.htm
Cartografía urbana de Andalucía: Málaga 1892
A fines del siglo XIX Málaga trataba de recuperarse de la gran catástrofe originada por una plaga de filoxera, que comenzó a asolar las vides de la provincia a partir del año 1877. Desde su conquista por los Reyes Católicos, el vino y las pasas fueron hasta entonces el principal recurso de la provincia junto con los productos hortofrutícolas.
Este Plano de Málaga de los últimos años del Ochocientos retrata una ciudad que intentaba restablecerse de aquella durísima crisis. Gran parte de la población vivía en una generalizada miseria, y la única alternativa posible para frenar el altísimo paro fue construir nuevos edificios y acometer importantes obras públicas.
Plano de Málaga
Emilio de la Cerda Gariot, Joaquín Pérez de Rozas. Málaga,
Tip. y Lit. de R. Párraga, 1892.
Litografía color, 79 x 54,5 cm. Escala 1:5.000.
España. Ministerio de Defensa. Archivo General Militar de Segovia, Carpeta 48, Plano 478.
https://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia/prodCartografia/cartoteca/galeria/malaga1892.htm
Cartografía urbana de Andalucía: Jaén 1910
Fundada en la falda de un cerro calizo, Jaén sufrirá a lo largo del tiempo serios problemas derivados de su escasa horizontalidad cuando pretendió crecer, levantar edificaciones y organizar sus vías interiores de comunicación. Esta condición, propia de un asentamiento defensivo medieval, ha constituido un obstáculo para su desarrollo urbano, al dificultar un crecimiento ordenado. La escasez de suelo edificable originaría la renovación continua de lo construido, coartando la conservación de sus arquitecturas y erosionando sus valores característicos.
Parece además como si la abrupta topografía no solo hubiera supuesto un impedimento para el desarrollo urbanístico de la ciudad, sino también para su representación gráfica, ya que son muy escasos los intentos de reflejar su realidad física anteriores al siglo XIX, y los ejemplos de los realizados en el primer cuarto del XX se remiten todos a una misma base. Muestra de ello es este plano publicado alrededor de 1910-1920 en el compendio geográfico España regional y del que circularon varias ediciones. Tanto este como otros planos de la ciudad de fechas cercanas derivan de los trabajos topográficos del plano de población de Jaén efectuados por el Instituto Geográfico y Estadístico en 1892 y ensamblados en un plano de conjunto en 1905, cuya representación repite el plano que nos ocupa con algunas actualizaciones, debidas precisamente a Joaquín de la Torre, uno de los topógrafos que participó en los trabajos de dicho Instituto. Este mismo plano volvería a reproducirse sin más cambios que algunas variaciones en su acabado gráfico en el plano de Jaén confeccionado por el ejército norteamericano en 1943.
Plano de Jaén
Ayuntamiento de Jaén, Joaquín de la Torre.
[Barcelona, Alberto Martín, ca. 1910].
Litografía color, 51 x 38 cm. Escala 1:4.000.
Instituto Geográfico Nacional, Madrid, 92-89 (V03-0017-MAPA)
https://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia/prodCartografia/cartoteca/galeria/jaen1910.htm
Cartografía urbana de Andalucía: Huelva 1847
Es, probablemente, el primer documento gráfico que muestra el conjunto urbano consolidado de lo que fue Onuba Aestuaria para los romanos, cuando los ríos Urium (Tinto) y Luxia (Odiel) confluían frente al asentamiento. La fundación de Huelva se produjo sobre una cornisa continua de escarpados y frágiles promontorios, denominados cabezos, que alcanzan los 70 metros de altura, en los que se asentaron los pobladores a resguardo de las aguas.
Aunque no aparece aquí la gran extensión de marismas que se han ido formando por los continuos aportes de los ríos, el ámbito principal que ocupa la villa está sobre marismas transformadas, tanto al oeste como al sur donde se construyó un primitivo muelle para pescadores, precursor de la gran expansión que tendrá el puerto de Huelva en las siguientes décadas.
De imprecisa representación y precario en contenidos, es suficiente para entender la implantación y la morfología de un enclave que cuenta con 7.200 vecinos y es capital de provincia desde 1833.
Dibujado con esmero, destacan su caligrafía y las tonalidades empleadas tanto para el núcleo, con el perfilado volumétrico de las manzanas, como para su entorno rural. La escueta selección de edificios y la correcta volumetría de los cabezos dan realce a un plano sencillo y bien compuesto que se completa con la escala gráfica y el cajetín de firmas.
Croquis de la Villa de Huelva,
Capital de la Provincia de su nombre
Manuel de Zayas y Rivero, copia de José de Zayas. Sevilla, 1847.
Manuscrito coloreado, 27,4 x 44,5 cm. Escala [ca. 1:4.567].
España. Ministerio de Defensa. Instituto de Historia y Cultura Militar.
Archivo General Militar de Madrid, H-1/10.
https://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia/prodCartografia/cartoteca/galeria/huelva1847.htm.htm
Cartografía urbana de Andalucía: Granada 1909
El Plano de Granada de 1909 constituye un hito en la cartografía granadina por la rigurosa metodología científica empleada en su elaboración. Realizado por el Instituto Geográfico y Estadístico dentro de los trabajos para el Mapa Topográfico Nacional, Granada se despliega en un conjunto de 16 hojas, con una superficie total de 2.250 x 2.300 mm a escala 1:2.000.
No solo, por ejemplo, aparecen por primera vez las curvas de nivel, sino que, además, muestra un cuidadoso código de colores y rotulaciones que le otorgan una gran legibilidad.
La detallada representación de la Alhambra no es incompatible con el minucioso dibujo de la por entonces reciente red de tranvías. La imagen del barrio de la Manigua parece premonitoria del saneamiento que tendría lugar treinta años después. Pero hay que destacar sobre todo el hecho de incluir la primera imagen planimétrica de la más importante operación de la Granada de entre siglos: la apertura de la Gran Vía, representada en su estado inicial, con numerosos solares por edificar.
El plano de 1909 constituye, en suma, no solo un retrato fidedigno de Granada en el momento inicial de las transformaciones que se sucederían en el siglo XX, sino que también es buena muestra del elevado nivel científico logrado a lo largo del siglo XIX y culminado en la labor de los ingenieros y topógrafos del Instituto Geográfico.
Plano de Granada
Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, Dirección General del Instituto Geográfico y Estadístico
Madrid, Talleres del Instituto Geográfico y Estadístico, 1909
Heliograbado en cobre a color en 16 hojas, 211 x 230 cm. Escala 1:2.000
Instituto Geográfico Nacional, Madrid, 31-D-1
https://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia/prodCartografia/cartoteca/galeria/granada1909.htm
Cartografía urbana de Andalucía: Córdoba 1851
Tras la primera representación racionalizada de Córdoba, el llamado “Plano de los Franceses”, efectuada por el Barón de Karvinsky en 1811 bajo la dominación napoleónica, en 1851 el agrimensor José M.ª de Montis (1824-1888) dibuja, basándose en aquella, el plano de la ciudad a escala de “500 varas castellanas”, con un cuadro descriptivo del callejero, dividida la ciudad por parroquias.
Racionalizando la orientación con el norte hacia arriba —el de “los franceses” tenía el norte hacia abajo—, se observa que la situación urbana a la mitad del siglo XIX no extralimitaba el recinto amurallado histórico, devenido desde la época califal del siglo X. Tan solo expresa extramuros débiles asentamientos: el histórico Campo de la Verdad —barrio desde la Sacunda Romana— al otro lado del río; y los industriales del Matadero y de la cerámica (Tejares y Ollerías), al norte.
Plano de Cordoba
Barón de Karvinsky, Joaquín Rillo, José M.ª de Montis y Fernández,
Pedro Nolasco Meléndrez. Madrid, Lit. Bachiller, 1851.
Litografía, 56 x 74 cm. Escala [ca. 1:5.000].
Instituto Geográfico Nacional, Madrid, 31-C-12
https://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia/prodCartografia/cartoteca/galeria/cordoba1851.htm
Cartografía urbana de Andalucía: Cádiz 1812
El plano firmado “C. p. José Díez de Bulnes” se realizó durante el asedio francés de Cádiz (1810-1812), como demuestra la indicación de los reductos militares construidos para hacerle frente. No consta que el autor fuera ingeniero militar (“C. p.” parece indicar “Copiado por…”). Se trata de un hábil dibujante que plasmó la estructura de la ciudad y su entorno, siguiendo la técnica de la cartografía militar, tan desarrollada en esta plaza fuerte.
El recinto intramuros queda cerrado y colmatado por la edificación desde finales del XVIII, sin apenas espacios libres, aunque aparece detallada la Alameda y el inicio del paseo de El Perejil. El barrio de El Balón no se llega a conformar totalmente en estos años de crisis.
A partir de la villa medieval, el crecimiento originó los arrabales de Santiago y Santa María. Desde que se establece el primer muro de defensa de las Puertas de Tierra en el estrechamiento del territorio, se desarrolla la extensión hacia poniente enderezando las tramas medievales, con bifurcaciones que producen familias de calles paralelas en varias direcciones.
El estamento militar organiza la venta de los terrenos del rey, definiendo las manzanas sobre los espacios yermos de jarales situados en la mitad este. En 1650 la plaza de San Antonio se establece como nuevo centro urbano alternativo al antiguo junto al puerto. La mitad oeste, ocupada por cererías, huertas y viñedos privados, se transforma en suelo urbano mediante acuerdos económicos con el Cabildo y siempre bajo control militar.
Plano de la Plaza de Cadiz y fuertes dependientes de ella hasta la Cortadura…
José Díez de Bulnes. [S. l., ca. 1812].
Manuscrito coloreado, 73 x 126 cm. Escala [ca. 1:5.000].
Ministerio de Cultura y Deporte. Biblioteca Nacional de España, MR/43/1.
https://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia/prodCartografia/cartoteca/galeria/cadiz1812.htm
Cartografía urbana de Andalucía: Almería 1771
El ingeniero militar Carlos Masdeu representa gráficamente la Almería ilustrada, la ciudad de transición entre la Almería anterior al siglo XVIII y la ciudad burguesa decimonónica.
El desarrollo urbano de Almería del XVIII es consecuencia de factores demográficos y socioeconómicos favorables que generan el aumento de la actividad comercial de carácter marítimo, donde el sector agrícola cerealista, con buenos rendimientos en maíz, cebada y trigo, se convierte en motor del desarrollo demográfico junto con el sector industrial, que incorpora nuevas actividades de producción consistentes en fábricas de salitre, jabonerías, esparterías y hojalaterías, que se añaden a la actividad minera de explotación del plomo de la sierra de Gádor, los granates de Níjar y el albayalde de Cabo de Gata.
La estructura urbana expresa la herencia de la Almería islámica de los siglos X al XV, de la ciudad conventual del XVI y XVII, y el aumento de la actividad edificatoria del siglo XVIII, tanto en el interior del recinto murado como extramuros. Interiormente se produce un proceso de densificación progresiva materializada por la construcción de nuevos conventos, la ordenación y transformación de vacíos urbanos en plazas, la configuración de calles integrando la edificación dispersa y la formación de nuevas calles y manzanas. A extramuros se conforman nuevos barrios apoyados en los caminos de acceso a la ciudad.
En la dinámica de consolidación y compactación de la ciudad se reconocen dos movimientos opuestos. Por un lado, se conecta con la tradición anterior construyendo los conventos de Santa Clara y Santo Domingo, y por otro, se produce un crecimiento urbano precursor de la expansión del XIX.
En el barrio de la Almedina se definen calles y manzanas en torno a las calles Real de la Almedina y Pedro Jover. En el ensanche a levante de la ciudad islámica se consolidan los barrios de Coca, Peñas y Hospital, y se perfilan las actuales plazas del centro histórico: Constitución, Administración Vieja, Catedral, Granero, Pino, Gómez Campana, Bendicho, Careaga, del Monte, Flores, San Pedro y Virgen del Mar.
A extramuros, el barrio de Las Huertas experimenta el mayor crecimiento, alineando la edificación sobre los caminos de Granada y Murcia, con una tipología rural manifiesta por la presencia de corrales y huertos. Junto a Las Huertas se desarrolla el Barrio Alto. A levante, junto a la Puerta del Sol, se forma la calle de la Vega, y al sur, junto a la playa de las Almadrabillas, surge el barrio de Pescadores.
Plano de la Plaza de Almeria
[Carlos Masdeu. S. l., ca. 1771]
Manuscrito coloreado, 72,2 x 55,1 cm. Escala [ca. 1:3.582].
España. Ministerio de Defensa. Instituto de Historia y Cultura Militar.
Archivo General Militar de Madrid, AL-3/3.
https://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia/prodCartografia/cartoteca/galeria/almeria1771.htm