Torremolinos, población pionera de la actividad turística en la Costa del Sol
La ciudad de Torremolinos (Málaga) ha conocido a lo largo del siglo XX una evolución intensa: partiendo de una población agrícola y pesquera de una cierta entidad y riqueza por la existencia de múltiples manantiales y molinos en su término, los problemas económicos de su ayuntamiento cuando contaba con más de tres mil habitantes le obligó a pedir su incorporación a la ciudad de Málaga en 1924, de la que no se segregó hasta 1988, cuando recobró su independencia.
Su clima benigno, las playas, el tipismo de sus calles y de sus barrios de pescadores de La Carihuela y El Bajondillo, junto con su proximidad a Gibraltar y a la ciudad de Málaga, hicieron que pronto se usara como sanatorio marítimo y refugio de artistas como Salvador Dalí, así como que las primeras iniciativas pioneras turísticas de la Costa del Sol se ubicasen en esta población en la primera mitad del siglo XX. A partir de 1960 se consolida como primer destino turístico de sol y playa de la Costa del Sol y de Andalucía, y uno de los principales del país.
Hoy día Torremolinos, con más de 70 hoteles y 21.248 plazas (julio de 2013, IECA), sigue siendo el primer destino turístico de Andalucía y uno de los más importantes del país. Queda muy por delante de cualquier otro destino turístico andaluz tanto en la oferta (plazas existentes) como en la demanda (pernoctaciones), y sigue siendo un destino que no ha perdido fortaleza, apoyado en una accesibilidad excelente y en una oferta complementaria muy importante.
La imagen de septiembre de 1962: los inicios de la expansión turística
El fotograma del año 1962 muestra la estructura tradicional de Torremolinos y los comienzos de su desarrollo turístico. En la parte superior, junto a la playa de El Bajondillo, se observa su incipiente uso como área de baños y la barrida pesquera del mismo nombre, rodeada de terrenos aún de uso agrícola en regadío. Una calle (San Miguel) une esta barriada con la población tradicional, denominada El Calvario o San Miguel, en cuyo entorno se observan áreas cultivadas ocupadas por frutales y algunos terrenos forestales, y sobre todo numerosos eriales que muestran que ya existían expectativas de cambio de uso.
Entre las playas del Bajondillo y de La Carihuela destaca la Punta de Torremolinos, promontorio que acogió el Castillo de Santa Clara en el siglo XVIII y en donde se ubican y aprecian dos de los primeros establecimientos turísticos de la Costa del Sol: el Castillo (1930) y el Hotel la Roca (1942), que junto el Parador de Montemar (1933) son los tres establecimientos pioneros de la ciudad.
Al sur de las modestas casas contiguas a la Playa de la Carihuela aparece en pleno desarrollo el sector conocido como Montemar, ya ocupado por algunos establecimientos que marcarán hitos fundamentales, como el club El Remo, los hoteles Miami, Carihuela Palace y, sobre todo, el Pez Espada (1959), primer hotel de gran lujo de la Costa situado al sur del fotograma, rodeado de amplios jardines, que acogió entre sus huéspedes a las figuras más representativas del cine americano en ese momento (Marlon Brando, Grace Kelly, Orson Welles, Ava Gadner…). Su presencia en la Costa del Sol fue muy importante para su promoción y consolidación como destino turístico de escala universal.
En cuanto a las infraestructuras, la carretera N-340, aún sin variante, atravesaba el centro de la localidad, así como el ferrocarril Fuengirola-Málaga, que no estaba soterrado, por lo que interfería notablemente en la vida urbana por la presencia de un paso a nivel y de dos importantes infraestructuras en el mismo núcleo urbano.
La ortofoto de 2010: una ciudad consolidada líder de la actividad turística hotelera de Andalucía
La imagen muestra una ciudad con una alta densidad de ocupación, con cerca de 70.000 habitantes (68.961 en 2012), a los que hay que unirles una importante población flotante en época estival. La estructura tradicional apena se reconoce, excepto la trama urbana de ciertos sectores de San Miguel y de la primera línea de La Carihuela, que hoy acoge numerosos establecimientos de restauración. En la parte superior de la imagen desaparecen la antigua N-340, ahora convertida en una vía urbana, y el ferrocarril, que se ha soterrado.
La traza antigua de la carretera a Mijas coincide ahora con la MA-20, autovía urbana que suple a la N-340 y marca el límite de la ciudad consolidada. Más allá sobreviven dos espacios forestales. Uno acoge al Pinar de los Manantiales y un jardín botánico, y en sus proximidades el recinto ferial, un parque acuático y un poco más al norte (no se observa en la orto por muy poco) el Palacio de Congresos y Exposiciones, el primero de estas características que existió en Andalucía. En el centro de la imagen el Parque de la Batería, espacio verde con un gran lago que ocupa una zona militar establecida desde 1937 y que aún tenía este uso en 1962, como se aprecia en el fotograma.
Las playas, recurso fundamental para el desarrollo turístico de la localidad, muestran ahora una ocupación mucho más intensiva y ordenada. El Bajondillo y La Carihuela aparecen unidos por un paseo marítimo que salva incluso el obstáculo de la Punta de Torremolinos, ganando terreno al mar con una escollera.