Sotogrande (San Roque), un enclave de gran valor ambiental localizado en el estuario del rio Guadiaro. Desarrollo de un referente del turismo deportivo exclusivo andaluz y europeo

La desembocadura del río Guadiaro es uno de los estuarios de mayor valor ambiental del litoral andaluz, donde confluyen unidades fisiográficas de gran diversidad: estuarios, caños mareales, albuferas, flecha litoral, dunas, un manto eólico ocupado por una rica vegetación y una llanura de inundación que se encaja entre las sierras prelitorales de Almenara y Chullera. Históricamente la relevancia de accidente geográfico hizo que sirviera de frontera entre los reinos nazarí y castellano, condicionando que fuese un espacio en disputa deshabitado. Posteriormente a partir del siglo XVI la amenaza turca y de los piratas berberiscos obligó a establecer un sistema defensivo de torres-atalayas conectadas con las principales poblaciones próximas de Casares y Gibraltar, sedes de las guarniciones y refugio de los habitantes que explotaban los recursos primarios existentes.

La colonización económica de este territorio no se culmina hasta finales del siglo XIX, cuando la familia Larios, una de las dinastías que modernizó el tejido económico andaluz y que mayor impronta ha dejado en el territorio, compra una enorme extensión de tierras pertenecientes al Duque de Arcos y aprovecha la abundancia de agua y la feracidad del valle, fomentando el establecimiento de colonos y la implantación de núcleos de población. Coincidiendo con el fin de la Guerra Civil, el emporio de los Larios es desguazado. A partir de 1962 un nuevo agente -de nuevo foráneo- interviene, esta vez para aprovechar tanto las ventajas de localización entre Gibraltar y la emergente Costa del Sol, como los atractivos de este espacio litoral, para implantar en el tramo final del estuario un complejo turístico exclusivo, dirigido a las élites económicas nacionales y extranjeras.

Este proyecto, en el que intervienen prestigiosos proyectistas, tiene un planteamiento inmobiliario de construcción de viviendas de alto standing e instalaciones de calidad respetuosas con el medio ambiente y el paisaje, complementado con el desarrollo de actividades deportivas como el golf y el polo. Sin embargo, su ubicación sobre el mismo estuario y muy próximo a la playa, altera sensiblemente el territorio, aunque el mayor impacto sucede dos décadas más tarde con la extensión en la orilla norte del estuario de la urbanización, cuando se construye un puerto deportivo.

El efecto de arrastre de esta exclusiva urbanización ha incidido en la extensión urbanística y colmatación de la propia urbanización de Sotogrande, así como en la creación de nuevas poblaciones, o la sensible ampliación de los asentamientos vecinos: Pueblo Nuevo, Torreguadiaro, Guadiaro y San Enrique de Guadiaro. Ha atraído además nuevos proyectos turísticos ligados fundamentalmente a la actividad deportiva del golf, algunos de gran trascendencia como el club Valderrama, uno de los mejores campos del mundo, que convierten a Sotogrande en un referente del turismo exclusivo deportivo.

Colonización agrícola de la baja vega del Guadiaro

El río Guadiaro, con una cuenca de 1.500 kilómetros cuadrados, desagua la serranía de Ronda. La alta pluviometría y el carácter forestal de la comarca han permitido que este curso fluvial se caracterice por un alto caudal relativo, un régimen pluvial con estiajes no muy acusados y el buen estado de la cuenca. Otro rasgo particular es la inexistencia de presas de regulación por la proximidad al cauce del ferrocarril Algeciras-Bobadilla, que permite que la Cuenca del Guadiaro sea una de las pocas andaluzas que no han sufrido alteraciones en los últimos 50 años, salvo las obras de trasvase que se hicieron en 1995 desde la central de Buitreras hasta el río Majaceite, obras que se hicieron para aliviar la situación de emergencia de la cuenca del Guadalete. El tramo final del río se caracteriza por su singularidad, por la confluencia de unidades fisiográficas especialmente notable en el litoral mediterráneo andaluz, pues solo se encuentran espacios similares en las desembocaduras del Guadalhorce y del Guadalfeo.

El proceso de colonización de este territorio tiene como artífice a la familia Larios y la Sociedad Industrial y Agrícola de Guadiaro. A partir de 1869 las dos ramas de la familia Larios comenzaron una compra masiva de tierras en el Campo de Gibraltar, sobre todo en los municipios de Jimena de la Frontera, Los Barrios, Algeciras, La Línea de la Concepción y San Roque, así como en Manilva, Gaucín y Casares. El grueso de las tierras situadas en las inmediaciones del valle del Guadiaro fueron adquiridas por la familia a la Casa de Medina-Sidonia, y se dedicaron al cultivo de la caña de azúcar, cereales y olivar. Se iniciaron una serie de obras hidráulicas para aprovechar el agua de los ríos Guadiaro y Genal y se fundaron las colonias agrícolas de San Pablo de Buceite y San Martín del Tesorillo (Jimena de la Frontera), San Enrique y Guadiaro (San Roque), a las que se sumó la colonia de San Luis de Sabinillas (Manilva). En el año 1879 la totalidad de las fincas rústicas propiedad de los Larios suponían 12.846 hectáreas, de las cuales, a la zona gaditana le correspondían 11.530 hectáreas. En 1887 se fundó la Sociedad Industrial y Agrícola de Guadiaro, con un capital repartido entre las dos ramas de la familia. La empresa especializó las explotaciones, construyéndose numerosas factorías industriales: en San Luis de Sabinillas se concentró el cultivo de la caña de azúcar, que era transformada en el ingenio allí situado; la producción de trigo se trataba en el molino de San Martín del Tesorillo; las almazaras se concentraron en San Pablo de Buceite; se instaló una fábrica de corcho en La Línea de la Concepción, surtida de la abundante materia prima procedente de los alcornocales del Campo de Gibraltar.

En la imagen Mapa Topográfico Nacional de 1917 se observa que la llanura de inundación del Guadiaro está explotada agrícolamente, que el litoral está despoblado salvo por la existencia de las casillas y acuartelamientos para los carabineros y las viejas torres de almenara del siglo XVI, encargados de vigilar la costa para evitar el contrabando. Existían dos pequeños núcleos de población: Guadiaro (488 habitantes en el nomenclátor de población de 1930) y San Enrique (510 habitantes), destinados a alojar a los colonos atraídos para explotar las tierras de la Sociedad Industrial y Agrícola de Guadiaro, como las vecinas de San Martín del Tesorillo y El Secadero. Del carácter aislado de este territorio da idea la inexistencia de puentes que salven el río, cruzados por barca. La carretera de conexión con Algeciras estaba entonces en construcción.

San Roque. Hoja 1075 del Mapa Topográfico Nacional. Año de 1917

San Roque. Hoja 1075 del Mapa Topográfico Nacional. Año de 1917. Escala 1:50.000. Instituto Geográfico y Estadístico, 40 x 63 cm. IECA1989001101
http://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia/cartoteca/buscar/getisbn/id/1082

En 1930 la sociedad fue vendida a Juan March, empresario y financiero mallorquín y una de las mayores fortunas del país cuya contribución al golpe de Estado de 1936 fue clave para el éxito de los sublevados. Entre 1944 y 1950 liquidó la empresa tras parcelar las propiedades y venderlas por separado, que en muchos casos fueron compradas por los colonos, y en otros por grandes propietarios que constituyeron latifundios.

El Vuelo Americano de la serie B (1956) muestra con detalle el estado de este territorio antes de su transformación turística: la ocupación por los usos forestales en la sierra de Almenara, la ocupación agrícola fundamentalmente con aprovechamientos cerealísticos y huertos del valle y la llanura de inundación, pero sobre todo la importancia de las formaciones naturales ligadas al litoral y al estuario. Por un lado al sur, sobre la playa de Sotogrande, se observa la potencia y desarrollo de las dunas litorales. Al norte en la desembocadura, la flecha litoral que avanza o retrocede sometida a los embates del mar o las avenidas del río, y que ahora casi cierra el estuario. Un poco más al norte la laguna de Torreguadiaro, albufera que junto a los restos de caños dan idea de la existencia de un antiguo delta. En la misma desembocadura, y rodeado al sur por un antiguo cauce, un espacio marismeño. En las inmediaciones del cauce fluvial se observa de forma paralela la existencia de un cauce abandonado, que da idea de la dinámica del rio, cuyas avenidas alteraban sensiblemente las márgenes del río.

Respecto a los espacios urbanizados y las infraestructuras: las poblaciones de Guadiaro y San Enrique de Guadiaro se mantienen como entidades de reducido tamaño (1.203 y 1.126 habitantes en el censo de 1960), y la carretera nacional Barcelona-Cádiz, precedente de la N-340, ya está construida, aunque con un trazado diferente al actual, pues salvaba al rio Guadiaro mucho más al norte, con un modesto puente de hierro. Al sur de la población de Guadiaro se observa el cortijo Paniagua, latifundio cuya compra dio origen a la implantación turística que tendría lugar una década después, y que fue la que provocó la transformación radical de este territorio y de sus expectativas económicas.

Desembocadura del Guadiaro 1956. Vuelo Americano, Serie B. CECAF Ministerio de Defensa

Desembocadura del Guadiaro 1956. Vuelo Americano, Serie B. CECAF Ministerio de Defensa

Implantación del resort turístico de Sotogrande: orígenes y primer desarrollo (1962-74)

Joseph McMicking, empresario filipino formado en los Estados Unidos, donde inició a partir de 1948 un importante y exitoso imperio empresarial que incluía importantes participaciones de capital en empresas filipinas y americanas, le encargó a su sobrino Fredy Melian buscar unos terrenos en algún punto de la cuenca mediterránea para la construcción de una urbanización de élite. Se buscaba una finca de grandes dimensiones con al menos un kilómetro de litoral, además de unas reservas de agua abundantes y una buena accesibilidad. La primera opción hallada fue la compra de la Isla Formentera. Sin embargo, se dedicó a recorrer en 1962 la costa mediterránea española por completo en motocicleta y reunió las propuestas que llevaría de vuelta a las Filipinas. Después de estudiar todas las opciones, Joseph McMicking y sus sobrinos Jaime y Enrique Zobel decidieron comprar la Finca Paniagua, situado en el término municipal de San Roque, muy cerca del Peñón de Gibraltar. La ubicación disponía de agua suficiente con el cercano Río Guadiaro, además de un aeropuerto próximo en la colonia británica y la opción de adquisición de fincas adyacentes, como las de Sotogrande, Conchudo o Valderrama. Las autoridades franquistas no pusieron trabas a McMicking para desarrollar Sotogrande, en una época en la que todavía no se permitía a los extranjeros comprar terrenos sin el beneplácito de los militares, y dada la localización de la urbanización en un lugar sensible por su cercanía al Peñón de Gibraltar y Marruecos, lo que habría hecho presagiar su veto, pero no fue el caso.

Fotogramas de vuelos ESBOGA de 3 de julio de 1963
Fotogramas de vuelos ESBOGA de 3 de julio de 1963

Fotogramas de vuelos ESBOGA de 3 de julio de 1963. Fototeca del IECA.
En estas imágenes, que no están orientadas al norte, se observa el estado del estuario justo cuando comienzan las obras del campo de golf y de la urbanización de Sotogrande. De hecho, se aprecian pistas y caminos y vehículos pesados, en lo que parecen ser los primeros movimientos de tierras. En un plazo sorprendentemente corto desde que se compran los terrenos, se inician y realizan las obras de urbanización y construcción del campo de golf.

McMicking cimentó su proyecto en unos parámetros de calidad completamente inéditos en España. Contrató al mejor arquitecto de golf del momento, Robert Trent Jones y puso a su disposición toda la finca para escoger la ubicación perfecta para el primer campo de golf, para luego proyectar la construcción de la urbanización alrededor. En los años sucesivos se construirían otras infraestructuras que harían más atractiva la urbanización. Así es como Sotogrande S.A construyó en 1965 la cancha de polo de La Playa, el Tennis Hotel Sotogrande, y el Club de Playa El Cucurucho, así como los primeros bungalows aledaños al Real Club de Golf Sotogrande. Arquitectos de renombre intervienen en estas primeras obras, como José Antonio Corrales Gutiérrez o Luis Gutiérrez Soto, algunas de la cuales han sido declaradas como Bien de Interés Cultural en el Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz, dentro del inventario de arquitectura contemporánea aprobado en 2009 por la Junta de Andalucía.

Se apostó por la máxima integración paisajística: el soterramiento de las conducciones y tendidos de electricidad. Las calles de la urbanización fueron diseñadas siguiendo las especificaciones de la construcción de autopistas estadounidenses. Este periodo de primera implantación puede considerarse que se cierra en 1974 cuando al otro lado de la carretera N-340 se implanta el campo de Golf Sotogrande New, luego conocido como Real Club Valderrama, inicio de un desarrollo mucho más amplio de Sotogrande, desbordado por el éxito del planteamiento inicial.

En primer término la Casa Club y las primeras viviendas diseñadas por Luis Gutiérrez de Soto en 1964, aledañas al campo del Real Club de Golf de Sotogrande. En sus inmediaciones y sobre la playa, la cancha de polo de La Playa, donde inició esta actividad deportiva. Detrás la flecha y la desembocadura del Guadiaro, sin alterar. Fotografía datada en la década de los sesenta del pasado siglo. Fuente: Santa María Polo Club
http://santamariapoloclub.com/club/historia/

La ortofotografía del Vuelo Interministerial de 1977 muestra el estado del territorio en torno a Sotogrande tras la primera implantación del resort. Destaca la importancia del campo de golf y de la urbanización que ha surgido en su entorno, aún sin colmatar, pero en el que se instalan edificaciones singulares hitos de la arquitectura contemporánea, como son los casos de la Casa Biddle (1966) o la Casa Zobel (1970). El campo de golf marcó un hito en la construcción de campos en Europa, no solo por el singular diseño que realizó Trent Jones, sino por las innovaciones que rodearon el proyecto: fue el primer campo de Europa sembrado con Bermuda 419 y el primero en instalar un sistema de riego totalmente automatizado. En el estuario se ha construido, en la orilla izquierda de la desembocadura, un espigón que altera la flecha y la dinámica litoral. En sus proximidades está en construcción un nuevo puente que conecta ambas orillas y que facilita la inmediata extensión de la urbanización en la orilla izquierda. Otra de las instalaciones deportivas que constituye un hito es la cancha de polo de La Playa: en 1965 Enrique Zobel crea el Santa María Polo Club, uno de los más importantes de Europa, y cuya actividad marcará a Sotogrande como destino turístico ligado a los deportes de élite. La accesibilidad a este territorio se mejora con la consolidación de la N-340 como eje articulador con la Costa del Sol: se construye un nuevo trazado que acerca la carretera a la costa evitando el molesto rodeo por Guadiaro y San Enrique. A remolque de estos nuevos desarrollos turísticos aparecen dos nuevos asentamientos: Torreguadiaro al norte y Pueblo Nuevo. El primero es un asentamiento turístico residencial de clase media y el segundo se convierte en núcleo de servicios y comercial de Sotogrande y residencia de sus trabajadores, aprovechando la cercanía de la nueva carretera. En el suelo rústico la transformación más importante es la nueva plantación de frutales en regadío, concretamente cítricos, en las vegas del Guadiaro. Demográficamente el crecimiento es muy limitado: en el nomenclátor de 1981 Guadiaro (que contenía a la población de Pueblo Nuevo y Sotogrande) alcanza 1.998 habitantes, mientras que San Enrique (que incluía a Torreguadiaro), los 1.414 habitantes.

Ortofotografía del Vuelo Interministerial, 1977. Instituto Geográfico Nacional

Ortofotografía del Vuelo Interministerial, 1977. Instituto Geográfico Nacional

Consolidación de Sotogrande como uno de los principales destinos mundiales para el turismo de golf, y como referencia turística y deportiva de Andalucía

La implantación de un puerto deportivo, la construcción de cuatro nuevos campos de golf, la consolidación de Valderrama como uno de los mejores clubes del mundo y del club de polo como referente europeo de este deporte, han confirmado a Sotogrande como uno de los destinos turísticos de mayor entidad y nivel de Andalucía y Europa. La ortofotografía del vuelo de la Junta de Andalucía de 2001 muestra el fuerte crecimiento experimentado en todos los aspectos.

Ortofotografía de la Junta de Andalucía, 2001. IECA

Ortofotografía de la Junta de Andalucía, 2001. IECA

Quizás el elemento más destacado es la construcción en la orilla izquierda del estuario de un puerto deportivo con 1.380 atraques, abierto en 1987 y al que se asocian 1.426 viviendas, un hotel y dos zonas comerciales. De forma contigua además se draga un antiguo caño para abrir una marina en la década de los 90. La construcción de este puerto supuso la desaparición de parte del sistema de dunas de la playa de Torreguadiaro y la alteración de la dinámica del estuario, lo que se consideró un atentado ecológico de primer orden. Esta presión sobre el estuario es contrarrestada con la aprobación del Paraje Natural del Estuario del río Guadiaro en 1989, que protege 27 hectáreas, restos de las antiguas marismas, hoy muy colmatadas, próximas a la desembocadura, último exponente del sistema de caños y humedales del estuario. De las zonas lacustres antaño existentes en esta desembocadura sólo se conserva un trozo de canal en la parte suroeste, y en dirección Norte la laguna de Torreguadiaro, último resto natural del antiguo delta que existía en torno a la desembocadura del río Guadiaro. Pese a la poca entidad superficial del espacio protegido, su estratégica situación en el Estrecho de Gibraltar, propicia la presencia de una rica variedad de aves, habiéndose observado, al menos, 229 especies diferentes.

Desaparecida la cancha de la playa, destruida por un temporal en 1984, el club de polo construye nuevas canchas: tres en el complejo denominado El Río, contiguas a Pueblo Nuevo, y otras tres en el Puente de Hierro. En 1988 sobre el campo de golf Sotogrande New, al norte de Pueblo Nuevo, y sobre un magnifico alcornocal, surge el Real Club Valderrama, uno de los mejores campos del mundo que en 1997 acoge la Ryder Cup, torneo internacional de golf cuya celebración se realiza por primera y única vez en la Europa continental. Este evento aceleró la conversión de la N-340 en autovía, la A-7. A la par se construye y entra en servicio la autopista de peaje de la Costa del Sol (AP-7). Ambas importantes infraestructuras se conectan entre sí en las proximidades del río Guadiaro, lo cual lo configura como un importante nudo de comunicaciones.

La ortofoto del Plan nacional de ortofotografía de 2013, muestra una última etapa de este proceso: las instalaciones portuarias se consolidan con la construcción de una pequeña ciudad lacustre con apartamentos de lujo en islas artificiales y embarcaderos, que es lo que se puede apreciar hoy día en la zona de la Marina de Sotogrande. En la orto se observan la ampliación de las canchas dedicadas al polo, con tres nuevas construidas entre los años 2002 y 2008 en la zona denominada Los Pinos, en las proximidades del viaducto con el que la A-7 salva el Guadiaro, magníficas instalaciones que son aprovechadas en la temporada de invierno por numerosos clubes deportivos europeos que realizan su estage invernal en Sotogrande. Santa María Polo Club ha ido ganando posiciones para ser hoy uno de los tres clubes de polo más importantes de Europa, siendo el único club de polo del mundo que celebra dos torneos puntuables del circuito internacional.

En el frente litoral se observa un retroceso de la línea de costa, concretamente de la playa de Sotogrande en las inmediaciones de la Casa Club, espacio edificado que ha tenido que ser defendido con una escollera de los temporales al quedarse sin playa.

La paulatina ampliación de lo que hoy es conocido como Sotogrande, especialmente hacia el Norte, fuera de la ortofotografía, ha hecho que prácticamente Pueblo Nuevo forme un núcleo indiferenciado con Guadiario, y por otro lado que se hayan construido nuevos campos de golf sobre el alcornocal colindante. Entre todos ellos sobresale Valderrama. Este campo es número uno de Europa Continental desde el año 1989 de manera ininterrumpida y probablemente sea uno de los mejores del mundo según los deportistas profesionales y los principales medios especializados. El palmarés de Valderrama es impresionante: sede de la Ryder Cup '97, del Torneo Volvo Masters y de los Campeonatos del Mundo de Golf American Express. Este campo construido en 1974 se encuentra en un enclave natural único, originalmente se denominó Sotogrande New. Más tarde, en 1981, pasó a denominarse Las Aves. En 1984, Jaime Ortiz-Patiño, magnate francés-boliviano del estaño, adquirió el campo para transformarlo en un campo capaz de acoger las máximas competiciones. Robert Trent Jones fue el encargado de rediseñar el trazado original. El resultado final fue un campo que supone un verdadero desafío al jugador: el trazado impresionante discurre entre más de tres mil alcornoques, dos mil pinos y quinientos olivos centenarios. En el año 2010 Ortiz-Patiño alcanzó un acuerdo para vender la sociedad Soto Properties, titular del campo de golf, al australiano Greg Norman, uno de los mejores jugadores de la historia, que adquirió una de las marcas con mayor valor en el mundo del golf, por reputación y reconocimiento, para reforzar su posición en Europa y consolidar su liderazgo en el negocio de los eventos golfísticos a nivel mundial.

Hoy día la Urbanización Sotogrande cuenta con cinco de los nueve campos de golf del municipio de San Roque dentro de la urbanización propiamente dicha: Valderrama (número uno de Europa continental), Real Club de Golf Sotogrande (número 7 del mismo ranking), Almenara Golf, La Cañada y La Reserva de Sotogrande. Además de las nueve canchas de polo también hay que mencionar otras instalaciones deportivas de calidad como el Puerto Deportivo Sotogrande y la Marina de Sotogrande para los amantes de la vela y los deportes náuticos, que cuenta con el Real Club Marítimo de Sotogrande entre sus excelentes instalaciones. Dispone además de clubes de tenis y padel, un centro ecuestre y dos clubes de playa. Esta oferta deportiva y de ocio se completa con una planta hotelera de alto nivel.

La estructura urbana de Sotogrande y su entorno es polinuclear y un tanto compleja: se distinguen seis núcleos de población con características y dinámicas diferentes, pero que comparten equipamientos comunes bajo la denominación común e indistinta de Sotogrande o de Guadiaro. San Enrique es el más vinculado con actividades tradicionales con una población estable (973 en 2001 y 999 en 2016); Guadiaro y Pueblo Nuevo forman ya un continuo indiferenciado y se caracterizan por su carácter mixto al acoger actividades comerciales, dotacionales y residenciales del conjunto, y tienen una notable dinámica demográfica (creciendo de 1.601 a 2.220 habitantes y de 897 a 1.430 habitantes entre 2001 y 2016). Torreguadiaro (de 681 a 983 habitantes), Sotogrande (de 796 a 1.904 habitantes) y el Puerto de Sotogrande (de 106 a 438 habitantes) son asentamientos turísticos que están experimentando un notable crecimiento vinculado a la consolidación del espacio urbanizado, o al cambio de hábitos de los propietarios de las segundas residencias, que pasan a empadronarse y a hacer un uso como vivienda habitual.

Ortofotografía del Plan Nacional de Ortofotografía Aérea, 2013

Ortofotografía del Plan Nacional de Ortofotografía Aérea, 2013