Aguas Teñidas (Almonaster la Real, Huelva). La nueva minería metálica en Andalucía

La actividad minera andaluza contemporánea se ha desarrollado a través de ciclos iniciados en los años veinte del siglo XIX en la sierra almeriense. En la segunda mitad del siglo esta actividad se desplaza a Sierra Morena, primero a la comarca de Linares y más tarde a los yacimientos carboníferos del Guadiato, que permitirán el desarrollo de la industria metalúrgica. Hacia finales del siglo XIX el principal foco minero se había desplazado al Andévalo, siendo el cobre el nuevo protagonista. Andalucía se convirtió en una de las principales productoras de metales del mundo, prueba de ello son las extracciones de pirita y cobre en Huelva y Sevilla, y plomo en Linares-La Carolina y Almería. La lógica de explotación colonial configuró en los territorios mineros un sistema de explotación que comportaba unas duras condiciones ambientales y requería importantes infraestructuras de transporte para la exportación del mineral. Particularmente, precisaba de una red ferroviaria y de embarcaderos, así como de un sistema de campamentos mineros para alojar a la fuerza de trabajo cuya suerte estaba vinculada al agotamiento y viabilidad de las explotaciones. Andalucía sufrió una colonización y un expolio minero a favor de empresas extranjeras que obtuvieron elevados beneficios, mientras que el sector minero, la clase empresarial y política nacional y andaluza de la época no supieron capitalizar este florecimiento y arrastrar hacia el desarrollo y el crecimiento económico y social al conjunto de Andalucía.

Atlas de la Historia del Territorio de Andalucía. Capitulo: El siglo minero

Atlas de la Historia del Territorio de Andalucía. Capitulo: El siglo minero
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La faja pirítica ibérica es una enorme concentración de sulfuros masivos que se extiende a lo largo de gran parte del sur de la Península Ibérica. Tiene alrededor de 250 km de largo y de 30 a 50 km de ancho, desde Alcacer do Sal (Portugal), al noroeste, a la provincia de Sevilla (España), al sureste. Su origen radica en la actividad volcánica que tuvo lugar hace 350 millones de años en esta región y que produjo depósitos gigantes de sulfuros polimetálicos útiles para la extracción de cobre, zinc, plomo y, en algunos casos, metales preciosos como oro y plata. Alberga una de las mayores cantidades de reservas de metales no férricos del mundo, estimándose que han sido explotadas cerca de 2.000 millones de toneladas de mineral, quedando más de 400 millones por explotar.

Aprovechados desde la Antigüedad, los recursos mineros del Andévalo alcanzan un protagonismo a escala de economía global a finales del siglo XIX. Se inicia un ciclo puesto en marcha en 1873 por parte de la Rio Tinto Company Limited, que alcanza su cenit en el primer tercio del siglo XX. En la década de los años 30 la industria minera estaba en decadencia, tanto por la menor demanda de metales como por el agotamiento de los recursos. Este fenómeno se acentúa en la década de los 40 y conduce a un fuerte intervencionismo por parte del Estado mediante empresas públicas, aunque con resultados económicos inciertos.

En el último tercio del siglo XX se produce el aparentemente definitivo periodo de decadencia de la minería metálica en Andalucía. Las causas son el agotamiento de los yacimientos y la bajada de precio de los metales por la fuerte competencia de terceros países en una economía más globalizada. Desaparece en el año 2001, las zonas mineras pasan a ser paisajes arqueológicos donde la huella minera pervive como valor patrimonial histórico. Dada por muerta, la minería metálica en Andalucía ha renacido en poco tiempo con una fuerza inusitada al albur del incremento del precio de las materias primas. Esto ha propiciado la instalación desde 2009 de poderosas multinacionales que han emprendido la explotación de antiguos yacimientos revalorizados por el precio del mineral y los avances tecnológicos, e incluso debido al descubrimiento de nuevos recursos.

Los inicios de la explotación minera en Almonaster la Real y Aguas Teñidas

El término municipal de Almonaster la Real concentra por su extensión y riqueza un número muy importante de minas explotadas de la faja pirítica, aprovechamientos que tienen continuidad desde 1867. El número de investigaciones y explotaciones presentes en el Registro de Minas entre ese año y 1959 son 593, siendo los años de cambio de siglo y concretamente 1901 (22 registros) en los que se alcanzó una mayor actividad.

Las explotaciones mineras generaron muchos puestos de trabajo y el municipio de Almonaster tuvo un notable crecimiento demográfico intercensal pasando de los 4.182 habitantes de 1900 a 8.288 en 1910, tocando techo en el censo de 1920 con 9.131 habitantes que configuraban a este municipio como uno de los más importantes de la provincia de Huelva. La actividad obligó a las empresas a la construcción de poblados mineros. Existían 16 poblados habitados según el padrón de 1920, de los cuales el más importante era Cueva de la Mora (1.154 habitantes). La mayoría fueron desapareciendo entre estas fechas y 1960.

La actividad se vio favorecida por la construcción del ferrocarril Huelva-Zafra en 1889 y del ferrocarril minero Valdelamusa-Cuevas de la Mora (activo entre 1911-1932), que conectaban diversas explotaciones y permitían el traslado del mineral hasta el puerto de Huelva.

En el caso de Aguas Teñidas, la Compagnie des Mines de Cuivre de Aguas Teñidas puso en explotación las minas en 1883. A ésta le sucedió la Huelva Cooper Mines desde 1906. Completó la construcción de un modesto caserío que mantuvo entre 1920 y 1960 a cerca de un centenar de habitantes (108 habitantes en 1960). En el Nomenclátor de 1970 la población descendió a 42 habitantes, desapareciendo en 1981.

Mapa Topográfico Nacional, escala 1:50.000. Primera edición. Hojas El Cerro de Andévalo. 937 / Nerva 938. Instituto Geográfico y Catastral (1949-1951)

Mapa Topográfico Nacional, escala 1:50.000. Primera edición. Hojas El Cerro de Andévalo. 937 / Nerva 938. Instituto Geográfico y Catastral (1949-1951)
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En la imagen de la primera serie del Mapa Topográfico Nacional se observa que Aguas Teñidas se localiza al final de un modesto ramal del ferrocarril minero de Cueva de la Mora a Valdelamusa, las dos principales poblaciones próximas ligadas a las explotaciones de las minas del mismo nombre y de Confesionario, respectivamente. Junto al ferrocarril, un poco más al norte, la carretera en construcción (actual HU-7104) de gran importancia ya que relaciona a estas poblaciones y a los municipios de Cabezas Rubias y Cerro del Andévalo con la N-435 San Juan del Puerto-Badajoz, y que sustituyó en sus funciones al ferrocarril cerrado en 1932. Otras huellas del paisaje minero son la presencia de cortas inundadas y diques que abastecían de agua a poblaciones y explotaciones y alojaban las centrales eléctricas que proporcionaban la energía necesaria.

En la ortofotografía del Vuelo Americano de 1956 se aprecia un paisaje mixto minero y silvopastoril: sobre un bosque mediterráneo secundario transformado por la acción del hombre se observan manchas de pastizal y matorral. La actividad minera posiblemente contribuyó de forma decisiva a su desforestación, ya que para las calcinaciones del mineral realizadas para obtener azufre era necesario combustible vegetal, además de como combustible doméstico por los todavía numerosos habitantes de las poblaciones mineras. En sentido este-oeste, al norte se ubica la carretera, en el centro la traza del ferrocarril ya abandonado, así como numerosos desmontes y movimientos de tierras y explotaciones mineras. Al lado suroeste, las instalaciones sencillas del poblado minero de Aguas Teñidas, compuestas por cuatro cuarteles (manzanas) destinados para el alojamiento del personal de la mina (108 habitantes en el Nomenclátor de 1960).

Vuelo Americano, serie B 1956-57. CECAF Ministerio de Defensa

Vuelo Americano, serie B 1956-57. CECAF Ministerio de Defensa

Abandono de la actividad minera y reforestación

Aguas Teñidas tenía 42 habitantes en el nomenclator de 1970. En el siguiente censo de 1981 ya había desaparecido. La mayoría de las poblaciones tenían su suerte ligada a la de la explotación minera y solo las de mayor entidad sobrevivieron a la extinción de la actividad extractiva. Fueron los casos de Cueva de la Mora y Concepción en Almonaster, y de la vecina Valdelamusa en Cortegana. Era muy frecuente, dentro de la lógica colonial, que la compañía se deshiciera de todo su patrimonio a precio de saldo, abandonando a sus pobladores a su suerte o al capricho de los nuevos propietarios, que desmantelaban las instalaciones o las revendían a un nuevo inversor.

En la ortofotografía de 1984 se observa un cambio radical de paisaje en el entorno de Aguas Teñidas gracias a la importante presencia de repoblaciones forestales. En la parte norte, los eucaliptos acompañados de aterrazamientos, modificaciones topográficas del terreno, son un ejemplo de la desafortunada especialización forestal maderera orientada al abastecimiento de la industria papelera. Procedente de este sector, la empresa Ence se instala en San Juan del Puerto en 1964 y para asegurar su abastecimiento firma acuerdos con los grandes propietarios del Andévalo, entre ellos con las empresas mineras. Esto comportó la transformación del monte onubense con repoblaciones forestales, en la mayoría de los casos con especies exóticas, que implicaron manejos del suelo muy agresivos que lo empobrecieron y favorecieron la erosión. Al sur de la linea de ferrocarril, sin embargo, se aprecia una recuperación natural del monte que contrasta con el estado de estos terrenos treinta años antes.

Ortofotografía de 1984. Instituto Geográfico Nacional

Ortofotografía de 1984. Instituto Geográfico Nacional

La aldea minera de Cueva de La Mora, la principal población próxima a Aguas Teñidas y representativa de la evolución de este tipo de asentamiento, es construida con un urbanismo planificado en cuarteles o manzanas ortogonales distribuidos en hileras de viviendas que en su parte trasera disponen de huerto o corral. Su distribución culmina en una extensa plaza presidida por la destacada casa de la dirección, rodeada de palmeras, y por el casino. La cercana mina, situada en las proximidades al sureste de la fotografía, fue explotada sucesivamente desde 1875 por: la Compañía Portuguesa das Minas de Huelva, que construyó el poblado para albergar a 2.000 habitantes; la anglo-francesa The Huelva Copper Mines Ltd, que construyó el ferrocarril, una presa y una central eléctrica; y finalmente por Asturiana de Zinc, empresa que cerró la explotación y vendió las viviendas a sus propietarios actuales.

La actividad minera continuaba para la fecha de esta fotografía pero, según el padrón de 1986, la mitad de las 92 viviendas censadas se encontraban vacías. Se observan otras muchas en ruinas. En el censo de 1920 la población tocó su techo demográfico con 1.154 habitantes y en 1981 ya eran solo 125. Este decaimiento se observa en el estado de abandono de la urbanización. En el entorno físico del poblado, deteriorado por la actividad minera, es pretendidamente corregido con la reforestación en terrazas, actuación que empobrece y uniformiza el paisaje.

Ortofotografía de 1984. Instituto Geográfico Nacional

Ortofotografía de 1984. Instituto Geográfico Nacional

Las plantaciones intensivas de cítricos y la reactivación minera de Aguas Teñidas

En la última década del siglo XX la actividad minera ya había desaparecido de Almonaster y todos los antiguos poblados habían desaparecido, con la excepción de Concepción y Cueva de la Mora que apenas pudieron retener una población residual (198 y 121 habitantes en 1996, respectivamente). El impacto demográfico se trasladó al municipio matriz, alcanzando Almonaster 2.109 habitantes en 1991, cerca de la quinta parte de los efectivos que tuvo en 1920. La crisis había convertido en residual la actividad minera en toda la comarca, que cesó completamente en 2001 con el cierre de las ultimas explotaciones en Rio Tinto y Sotiel. Toda la faja pirítica se vio inmersa en un duro proceso de reconversión que expulsó a muchos trabajadores, aunque se impulsaron numerosas iniciativas destinadas a diversificar la economía comarcal.

Una de las iniciativas innovadoras alentadas por los poderes públicos fue el impulso de plantaciones intensivas de cítricos sobre antiguos territorios mineros, que compensaban la pobreza de estos suelos con su fertilización a través de las aguas de riego, experiencia ensayada con éxito por la empresa RioTinto Fruit sobre una de las fincas citrícolas más extensas de Europa (3.000 has) y que pronto se extiende por la comarca. En la ortofotografía de 2001 se observa el enorme impacto visual que suponen estas implantaciones agrícolas intensivas en la zona norte de la imagen, que afortunadamente se desarrollan preferentemente sobre terrenos que se habían repoblado con eucaliptos y que en buena parte ya se habían aterrazado. Aunque ahora se extienden estos manejos del monte destinados a facilitar la mecanización de las labores y la retención del agua de lluvia a nuevos terrenos anejos.

Aguas Teñidas se convierte en este momento también en pionera por la reactivación de la actividad minera, justo cuando estaban cerrando minas históricas como RioTinto y Sotiel. La empresa minera irlandesa Navan Resources se hizo con los derechos de esta mina e inició la exploración de sus recursos, como se observa en la ortofotografía de 2001 con los movimientos de tierras. En 1997 se había construido la primera rampa de acceso para la extracción del mineral, que se procesaría en la planta de tratamiento de Almagrera en Calañas. Después de tres años de producción, en el año 2001, la mina cierra de nuevo como consecuencia de la baja cotización de los metales.

Ortofotografía del 2001. Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía

Ortofotografía del 2001. Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía

Aguas Teñidas, paradigma de la nueva minería

Entre los años 2009 y 2010 se concreta la recuperación de la posición que históricamente ha ocupado Andalucía en el conjunto del sector minero español como consecuencia de la puesta en marcha de explotaciones de metales en la faja pirítica, tanto en la provincia de Huelva como en la de Sevilla, y en concreto en los importantes yacimientos de Aguas Teñidas y Las Cruces. Se han invertido más de 2.000 millones de euros (las mayores inversiones de capital extranjero jamás desarrolladas en estas provincias en tan corto plazo de tiempo) en las nuevas explotaciones mineras de Cobre las Cruces S.A. y Mina de Aguas Teñidas S.A. (Matsa) de capital canadiense y holandés, respectivamente. Han supuesto la creación de más de 2.600 empleos directos fijos y otros 3.400 indirectos. De hecho, estas inversiones suponen el inicio de un nuevo periodo de actividad en la minería metálica andaluza. La convierten en referente europeo en cuanto a producción y a la aplicación de las técnicas innovadoras de tratamiento y explotación de minerales metálicos.

La razón de este impulso radica en el superciclo de valorización global de las materias primas y la recuperación de los precios de los metales de cobre, que de un mínimo de 1,3 dolares/libra en diciembre de 2008 pasa a un máximo de 4,6 en febrero de 2011.

La mina de Aguas Teñidas se ha convertido en un símbolo de la globalización de este negocio. Gestionada por Matsa, propiedad del grupo minero holandés Trafigura, es aliado desde el mes de octubre de 2015 del fondo Mubadala, perteneciente al emirato de Abu Dhabi y con una cartera de participadas en sectores como el aeroespacial, las renovables o las tecnologías de la información.

El reinicio de la explotación comienza en el año 2005, cuando la compañía Iberian Minerals Corp. compra el 100% de los derechos mineros de Aguas Teñidas a Navan Resources y presenta el proyecto de reinicio de la explotación. En 2007 se otorgan los permisos de construcción de la planta de tratamiento y en 2009 se inicia la producción comercial.

Matsa, sucesora de Iberian Minerals Cosp. ha duplicado su capacidad inicial de producción desde 2,2 millones de toneladas anuales de concentrado de cobre, mineral procesado, hasta los 4,6 para reducir sus costes fijos y enfrentarse así mejor a las fluctuaciones de los precios, gracias a la entrada en servicio en abril de 2015 de una segunda línea con la tecnología más avanzada. Aguas Teñidas cerró 2014 con una facturación de 168 millones de euros y sus previsiones para el ejercicio 2015 rondan los 314 millones. El 100% de su producción es exportada por Trafigura a China, México, Brasil y norte de Europa a través de los puertos de Huelva y Algeciras. Dada su vocación exportadora la empresa está inmersa en el desarrollo de un proyecto de carácter logístico en el puerto de Huelva, Impala Terminals Huelva, nueva terminal que supondrá un impulso para la actividad de Matsa.

En total, Matsa ha generado desde 2006 una inversión superior a los 850 millones de euros, supone 1.820 empleos directos y alrededor de 1.900 indirectos. Es un alto consumidor de energía: el segundo en Huelva y el octavo en Andalucía; y una de las mayores empresas exportadoras andaluzas con el 1% del valor de las exportaciones, la número 15 del ranking en Andalucía.

La reapertura de nuevos proyectos contribuye también a la rehabilitación medioambiental de escombreras y residuos en zonas degradadas por la antigua actividad minera. Las escombreras abandonadas sirven de cantera de relleno, con lo que se devuelve al interior de la tierra lo que fue extraído en el pasado. El objetivo de estos trabajos es recuperar paisajísticamente un área deteriorada y contaminada por antiguas actividades mineras y revegetar progresivamente la zona hasta su integración ambiental con el entorno.

Imagen del Plan Nacional de Ortofotografía Aérea, 2013

Imagen del Plan Nacional de Ortofotografía Aérea, 2013

En la ortofotografía de 2013 se observa en la parte superior derecha, próximos a la carretera, los edificios de oficinas generales, vestuarios, comedor y control de Matsa. Un vial interior conecta estas instalaciones con la mina y a ésta con la planta de tratamiento, el corazón de las instalaciones; en sus inmediaciones las balsas para el secado de la pasta y los diversos almacenes de reactivos, etc. Llama la atención la huella en el monte de múltiples caminos, como una tela de araña, consecuencia de las labores silvícolas mecanizadas en la zonas forestales.

Nuevas expectativas de la minería metálica en Andalucía

La importancia de la minería andaluza, desde una perspectiva socioeconómica, viene dada, no tanto por su propia actividad y por el empleo que genera directamente, sino por el papel que juega como base imprescindible para el desarrollo de otras actividades económicas que aportan valor añadido a la economía andaluza.

Se ha abierto un ciclo esperanzador en el que los proyectos planteados se encuentran en distintas fases administrativas. Emed Tartesus lidera el proyecto de reactivar las históricas minas de Río Tinto para inicios de 2016; Petaquilla Minerals en Lomero Poyatos parece que no fructifica por diversas razones; otros arrancarán de forma inminente, caso de Mina Magdalena y Sotiel (Matsa), compañía que acapara la mayoría del empleo en la faja pirítica junto a Cobre Las Cruces. Además, son muy numerosos los trabajos de investigación que existen: como los de la Masa Valverde y la Zarza.

En enero de 2013 se realizó un concurso de derechos mineros, el mayor organizado en la historia reciente de la comunidad autónoma: 61 derechos correspondientes a las provincias de Huelva (40) y Sevilla (21), de los que 38 son concesiones y 23 permisos de investigación, que podrán finalmente concretarse en más proyectos viables. Según las previsiones de la Junta de Andalucía, de concretarse los proyectos que hoy se encuentran en diferentes fases de tramitación administrativa, la provincia de Huelva podría albergar de 8.000 a 10.000 trabajadores entre directos e indirectos y los principales municipios beneficiados serían Beas, Almonaster la Real, Calañas, Valverde del Camino, El Campillo, Zalamea la Real y Cortegana, a los que habría que unir los proyectos muy avanzados de Aznalcollar-Los Frailes (Sevilla) y la mina de hierro de Alquife (Granada).

El futuro de la actividad está ligada a que ésta sea sostenible, minimizando el previsible impacto ambiental y su incidencia territorial, y revertiendo en las comunidades locales una parte importante de los beneficios que generan estos proyectos. Así se fortalecerían los tejidos económicos locales más allá del previsible corto periodo de aprovechamiento de los recursos mineros y se evitaría repetir la historia de colonialismo y explotación económica que tan nefasta memoria ha dejado entre las poblaciones mineras del Andévalo y de la Sierra de Huelva.